La acción supone en sí misma una crítica para aquellos consumidores que, a pesar de estar recibiendo un mal servicio, no hacen ningún esfuerzo por cambiar de proveedor.
Los propietarios de inmuebles en España suelen tardar en cambiar de gestor inmobiliario, incluso cuando están insatisfechos con el actual. Es por tal motivo que la compañía francesa de gestión inmobiliaria Bellman decidió crear una campaña publicitaria en la que crítica a los consumidores, calificandolos de “masoquistas” por continuar con este tipo de servicios.
La acción ha tomado como punto de partida un estudio de Bellman con Harris Interactive en noviembre de 2021. Misma que señalaba que casi la mitad de los encuestados, un 45%, que eran copropietarios de una vivienda aseguró estar insatisfecha con la empresa de gestión encargada de su copropiedad.
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Para trasladar esta realidad la empresa se ha aliado con la agencia Steve, para presentar una campaña con cuatro imágenes de una persona en su casa realizando actividades cotidianas, como pasar la aspiradora o regar las plantas, mientras va ataviada de pies a cabeza con un traje asociado al BDSM.
Así, las escenas están acompañadas de frases como “Si te quedas con el administrador de tu edificio que no responde después de 36 llamadas, probablemente es que lo disfrutes”. “Si te quedas con el administrador de tu edificio a pesar de las continuas goteras en tu tejado, probablemente es que te guste”, dice otra de las frases.

De esta forma inusual, Bellman invita a los propietarios a cambiar de servicio inmobiliario si no están conformes. Los anuncios se lanzaron en París el 8 de febrero y están apoyados por un plan de medios de seis semanas a través de metros, autobuses, paradas de autobús y estaciones, junto con la actividad de relaciones públicas, digital y social.
“Entre los copropietarios se ha instalado una cierta sensación de fatalidad, pero también de hastío», asegura Antonio Pinto, director general de Bellman. «A través de esta campaña, hemos querido decirles con un toque de humor que su sufrimiento puede llegar a su fin. Y no estamos exagerando con lo del sufrimiento: las decepciones que se destacan son la lamentable realidad de algunos copropietarios”, continúa explicando.