Back Market presenta “The Last Shot Gallery”, una muestra que combina arte y ciencia para advertir cómo el consumo acelerado de dispositivos amenaza el futuro del planeta y presenta la tecnología reacondicionada como una alternativa sostenible.
El futuro podría ser irreconocible si seguimos actualizando nuestros teléfonos con la misma frecuencia con la que cambiamos de ropa. Esa es la idea que plantea Back Market, la plataforma francesa especializada en tecnología reacondicionada, con su más reciente intervención artística: “The Last Shot Gallery”. La exposición creada junto a la agencia Words and Pixels, propone un inquietante viaje visual hacia los próximos 75 años para reflexionar sobre el costo ambiental de la llamada “tecnología rápida” o “fast tech”.
A través de imágenes creadas junto a artistas y datos brindados por el profesor de la University College London, Mask Maslin, la marca busca sacudir la conciencia del consumidor digital. Escenarios emblemáticos como Venecia, Central Park o las Cataratas del Iguazú aparecen transformados por los efectos del cambio climático y los residuos electrónicos. El resultado es tan poético como perturbador ya que se trata de una advertencia sobre lo que podría ocurrir si el planeta sigue atrapado en la cultura de la actualización constante.
«The Last Short Gallery»: una mirada al futuro según Back Market
Lejos de ser una simple campaña visual, combina datos climáticos reales con proyecciones artísticas. Los datos científicos modelaron los posibles daños ambientales y, con base en esa información, los artistas imaginaron cómo lucirían esos mismos lugares cuando fueran capturados por los hipotéticos iPhone 89 o 92. La muestra reúne obras de creadores como Archie McGrath, Josiah Naguar, Hugh Jardine y Alice Garrard, quienes reinterpretan paisajes icónicos desde una perspectiva crítica sobre la obsolescencia programada.
La propuesta también busca poner en evidencia la magnitud del problema. Según un informe de la ONU en 2024, el planeta genera 62 millones de toneladas de desechos electrónicos al año, una cifra que convierte a este tipo de residuos en uno de los de mayor expansión a nivel global. Frente a ello, Back Market defiende una visión más sostenible basada en la reparación y reutilización de dispositivos.










