La tecnología detrás de este producto permite ser monitoreado a distancia y hasta ahora no supone un riesgo para sus usuarios. Descubre los detalles.
La industria tecnológica sigue innovando en materia de salud. Ahora con un marcapasos que no requiere de procesos quirúrgicos y está pensado para tener un tiempo límite de uso. Al transcurrir el periodo determinado, el dispositivo se disuelve en el propio cuerpo en unas semanas. Se trata de una solución práctica y con un coste aproximado de 80 euros.
Actualmente existe marcapasos para ser utilizados por un corto periodo de tiempo, pero los especialistas señalan que estos tienen ciertos riesgos. La causa se le atañe a los cables que pueden representar riesgos de infección o, a sus sistemas de control que pueden llegar a dañar el tejido interno del cuerpo.

Los desarrolladores han sido los científicos de la Universidad de Northwestern Illinois, quienes proponen un marcapasos sin batería, alimentado de forma inalámbrica. El cual está dotado de propiedades flexibles y cuyo peso es menor de medio gramo.
Fue construido mediante magnesio, tugnsteno, silicio y un polímero PLGA, los cuales son materiales compatibles con el cuerpo que a través de reacciones químicas se disuelven. Para el proceso de recarga, un dispositivo externo envía ondas de radio al receptor del marcapasos.
Dichas ondas son aprovechadas para obtener la energía necesaria para regular el latido. Hasta ahora, el marcapasos sin batería ha sido probado con éxito en pequeños mamíferos como por ejemplo roedores y conejos, de igual forma en perros y órganos humanos individuales de donantes.

Fueron las pruebas con perros las que permitieron, según explica el equipo de investigadores, confirmar que el dispositivo podía obtener la energía suficiente para funcionar en humanos. El tiempo de degradación, como ya se ha dicho, es de unas semanas.