El creador de la serie de fantasía “Canción de hielo y fuego”, adaptada al programa de HBO Juego de Tronos, indica que ChatGPT, de OpenAI, se entrenó con sus textos sin permiso
Hacia julio de este año, los registros indicaban que ChatGPT superaba los 100 millones de usuarios. La herramienta que se puso a disposición de los internautas hacia finales de noviembre del año pasado logró una gran masificación rápidamente. Sin embargo, el furor no la ha exceptuado de críticas y se señala que su entrenamiento infringe las leyes de derechos de autor. El autor de Juego de Tronos es el último caso.
George RR Martin y John Grisham demandan a OpenAI, propietario de ChatGPT. Los escritores afirman que se infringieron sus derechos de autor para entrenar el sistema. Martin es reconocido por su serie de fantasía Canción de hielo y fuego, adaptada al programa de HBO Juego de Tronos. La demanda señala que sus libros fueron usados para potenciar las capacidades de ChatGPT.
OpenAI señaló que respetaba los derechos de los autores y creía que “deberían beneficiarse de la tecnología de IA”. No obstante, el caso ya está ante el tribunal federal de Manhattan, Nueva York. Otros autores nombrados en la denuncia son Jonathan Franzen, Jodi Picoult y George Saunders. El documento acusa a OpenAI de participar en “robo sistemático a escala masiva”.
Autor de Juego de Tronos y otros artistas demanda a ChatGPT
La del autor de Juego de Tronos no es el primer caso de demandas a OpenAI, dueño de ChatGPT. La comediante Sarah Silverman sigue una carta similar. En su carta abierta se incluyen las firmas de otros autores como Margaret Atwood y Philip Pullman. En el reclamo se pide a las empresas de inteligencia artificial que las compensen por usar su trabajo.
Por otro lado, un portavoz de OpenAI respondió: “Estamos teniendo conversaciones productivas con muchos creadores de todo el mundo, incluido el Authors Guild. Hemos estado trabajando de manera cooperativa para comprender y discutir sus preocupaciones sobre la IA. Somos optimistas y continuaremos encontrando maneras mutuamente beneficiosas de trabajar juntos”. La demanda también señala una preocupación porque este tipo de herramientas está “desplazando al contenido escrito por humanos”.
