Aún no ha pasado un año desde el levantamiento de sanciones por parte de Estados Unidos en contra de la app, pero las nuevas políticas chinas podrían echar para atrás este acuerdo.
En junio de este año, el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos, echó para atrás las políticas en contra de Tik Tok impuestas por la anterior administración de Donald Trump. Ahora, a pocos meses de estas medidas, el gobierno de China parece no importarle estos cambios de narrativas y prefiere cercenarlas a través de sus “nuevo” esquema de política injerencista para controlar la empresa privada en su país, incluyendo las actividades de la startup detrás de la app china, ByteDance.
Bajo el amparo de una medida para “inspeccionar” a la industria tecnológica en el país asiático, China está colocando funcionarios en la junta directiva de empresas como Alibaba, Didi y al parecer, esto no ha dado de salpicar a la popular ByteDance. Es decir, se han hecho con el 1% de las acciones e incluso, con uno de los tres escaños de la junta directiva de la empresa los que le confiere acceso y poder de decisión en la empresa.
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Entre otras cosas, aparentemente, lo que busca el gobierno de China es evitar los monopolios, motivo por el cual han anunciado cuáles son las nuevas imposiciones que tomarán las autoridades de este país para tales fines. Mismas que salen de la Administración Estatal para la Regulación de Mercados de China (SAMR) y comenzarán a implementarse a partir del 15 de septiembre.
La respuesta de Estados Unidos
Hasta los momentos, Joe Biden no ha emitido una declaración contundente al respecto, pero no quiere decir que el hecho haya pasado desapercibido. Otros factores del gobierno han dado su opinión, cómo es el caso del senador republicano Marco Rubio, quien recientemente se ha dirigido al presidente pidiendo expresamente la prohibición de uso de TikTok en territorio estadounidense.
«La agresividad de Pekín deja claro que el régimen considera a TikTok como una extensión del partido-estado y EE.UU. necesita tratarlo de esta forma», señaló Rubio en un comunicado, agregando que debe establecer ciertos estándares antes de permitirse que «una aplicación de riesgo alto y con sede en el extranjero opere en la red de telecomunicaciones y dispositivos estadounidenses».
Pero, hasta ahora, lo que parece prometer las nuevas regulaciones del SAMR es evitar la competencia desleal en Internet. Entre los aspectos principales que han expresado las autoridades chinas sobre su política injerencista, se encuentran:
Prohibidos los datos falsos como número de clicks o visitas que manipulen la decisión del usuario.
Prohibido mostrar sólo las reviews positivas y ocultas las negativas, así como publicar directamente reviews que son falsas.
Prohibido el «secuestro de tráfico» que trata de retener a un usuario en una plataforma para que no se vaya a la competencia. Esto incluye cualquier técnica que lleve a ello como utilizar los datos del usuario o algoritmos que manipulan la decisión.
Prohibido usar datos y algoritmos que recopilen información comercial de la competencia.