La startup peruana proyecta atender hasta 4.000 locales a finales del 2024. De este grupo, cerca de 1.500 estarían fuera de Perú.
En el 2018, la administradora Michelle Gomberoff junto a su pareja y colega Jimmy Baudts empezaron a investigar la posibilidad de implementar en Lima una plataforma de venta de alimentos listos para consumir que estuvieran a pocos días u horas de ser retirados de la góndola. Dos años después, la idea se hizo realidad a través de Cirkula.
Con dos fondos ganados –S/50.000 gracias al ‘Reto Bío’ de Proinnóvate y al Telefónica Open Future, organizado por Wayra y USIL Ventures– lanzaron la startup al mercado en enero de 2020.
Pasaron pocas semanas antes de integrar hasta 10 locales de venta de comida. Con la cuarentena, la mayoría cerró, cuenta Gomberoff para Forbes.
“Lo bueno era que éramos un equipo súper pequeño y pudimos mantenernos”, agrega. En la actualidad, Cirkula está conformado por ocho personas, distribuidas en cinco áreas: marketing, tecnología, management, soporte a locales y ventas.
Los emprendedores aprovecharon la cuarentena para mejorar la tecnología de su startup, desarrollar una versión beta y relanzar la app en julio del 2020. Un año después, levantaron una ronda presemilla de US$ 100.000 de inversionistas ángeles locales. Uno de estos fue The Board.
“Desde entonces, hemos venido ejecutando esa ronda. Hemos crecido 17% en promedio mes a mes. [Tenemos] más de 200 locales aliados y más de 100.000 usuarios registrados”, comenta Gomberoff. La ejecutiva destaca el despegue exponencial de la app. Según detalla, el número de locales aliados con los que trabajan se expandió 180% en julio de 2022 respecto al mismo mes en 2021. El número de usuarios creció 250% en el mismo período.
El valor diferencial de Cirkula
Mientras que el Banco de Alimentos trabaja con productos que ya fueron retirados de las góndolas, Cirkula tiene una actividad diferente.
“No es que un aliado nuestro va a dejar de trabajar con ellos. Tampoco buscamos reemplazar [al Banco de Alimentos]. Simplemente, somos un paso previo para que [los locales] puedan monetizar los productos”, comenta Gomberoff.
En el mundo, explica la cofundadora de Cirkula, 9 de cada 10 personas desconocen el impacto negativo en el ambiente del desperdicio de alimentos. A esto se suma que anualmente se desperdicia el 47,6 % de los alimentos producidos, según una investigación publicada en la revista Sustainability. Esta investigación fue realizada por la experta peruana Noelia Soledad Bedoya Perales.
En este contexto es que la foodapp se presenta como un modelo prometedor. La emprendedora considera que su red de locales aliados podría conectarse con las ollas comunes. Tan solo en la capital existen 2.503, según la Municipalidad de Lima.
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El futuro
La startup proyecta atender hasta 4.000 locales a finales del 2024. De este grupo, unos 1.500 estarían fuera de Perú.
“Creemos que los mercados emergentes tienen mucho potencial porque son mercados desatendidos. Más que nada queremos dedicarnos a crecer en países que van a tener todas las oportunidades para hacerlo y no tener que estar pensando en entrar a competir en un mercado”, señala Gomberoff para el mismo medio. “Esa competencia implica un gasto financiero enorme que queremos evitar”, añade Baudts.
Este año, los emprendedores esperan levantar un millón de dólares para materializar el plan. Han empezado el proceso para una ronda semilla con ese fin.
“El objetivo de la ronda es poder crecer en 2023 y 2024. [También busca] consolidar y llegar al break even (punto de equilibrio) en Perú, donde tenemos un market fit en cafeterías y pastelería”, afirma la ejecutiva.