De acuerdo con Pew Research Center, el 45 % de los jóvenes reconoce que pasa demasiado tiempo en plataformas digitales, mientras que las chicas, en particular, reportan efectos más negativos en su salud mental, sueño y autoestima.
Estados Unidos atraviesa una preocupante crisis de salud mental entre adolescentes, según alertan expertos como el ex director general de Salud Pública Vivek Murthy. Aunque factores como la pandemia y la pobreza siguen presentes, las redes sociales emergen como una de las amenazas más significativas para el bienestar juvenil.
Una encuesta reciente reveló que los padres están más alarmados que sus hijos por el estado mental de los adolescentes. El 55 % de los padres se declaró “extremadamente preocupado”, frente al 35 % de los jóvenes. La diferencia refleja una brecha generacional tanto en percepción como en diálogo.
Si bien la mayoría de los adolescentes considera que las redes sociales afectan negativamente a sus pares, sólo una minoría cree que los daña personalmente. No obstante, el 45 % reconoce pasar demasiado tiempo en ellas, y las chicas reportan impactos más negativos en su salud mental, sueño y confianza.
Pese a las críticas, los adolescentes también identifican beneficios en estas plataformas. El 74 % dice que las redes sociales los ayudan a sentirse conectados con sus amistades y el 63 % afirma que fomentan su creatividad. Un tercio incluso recurre a ellas como fuente de información sobre salud mental.
La apertura para hablar de estos temas aún es desigual. Ocho de cada diez padres dicen sentirse cómodos hablando con sus hijos sobre salud mental, pero solo la mitad de los adolescentes coincide. Además, chicas y adolescentes negros son los más dispuestos a abrirse con terapeutas o profesores.
El informe subraya que, si bien las redes sociales pueden ser un recurso, también representan un riesgo. Comprender esta dualidad y fomentar el diálogo entre padres, jóvenes y profesionales será clave para abordar una crisis que, aunque digital, tiene consecuencias muy reales.