El mandatario indicó que la empresa aceptó sustituir el jarabe de maíz por azúcar natural como parte de su iniciativa «Make America Healthy Again», aunque la compañía aún no lo confirma.
El presidente estadounidense, Donald Trump, desató una polémica en redes sociales al asegurar que Coca-Cola planea sustituir el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña en sus bebidas vendidas en Estados Unidos. A través de su plataforma Truth Social, Trump agradeció a los directivos de la multinacional por aceptar este ajuste, que consideró beneficioso para el consumidor.
Hasta el momento, la marca no ha emitido una confirmación oficial sobre la reformulación. La empresa se limitó a afirmar que “valoran el entusiasmo del presidente Trump” y prometieron que pronto presentarán más información sobre sus planes relacionados con su portafolio de productos.
El cambio, de confirmarse, significaría equiparar la fórmula estadounidense con la de otros mercados, como México, donde históricamente se ha utilizado azúcar de caña en lugar del jarabe de maíz. Para muchos consumidores, esta variante es percibida como más “natural” y saludable.
Este anuncio se enmarca dentro de la campaña Make America Healthy Again (MAHA), impulsada por Trump y respaldada por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., cuyo objetivo central es combatir la obesidad infantil y otras enfermedades derivadas del consumo excesivo de azúcares procesados. El jarabe de maíz de alta fructosa ha sido señalado como uno de los principales detonantes de este problema de salud pública.
Por otro lado, la Asociación de Refinadores de Maíz expresó su preocupación por los efectos económicos de esta decisión. Señaló que un cambio a azúcar de caña podría poner en riesgo miles de empleos vinculados a la producción de jarabe de maíz y reducir considerablemente los ingresos de agricultores estadounidenses, sin que se haya demostrado un beneficio nutricional definitivo.
Oportunidad de marketing y conversación pública
Más allá del impacto en salud y economía, esta noticia, real o especulativa, representa una excelente oportunidad publicitaria para Coca-Cola. Las marcas del sector alimentario están cada vez más atentas a las tendencias de salud y bienestar, y este tipo de movimientos generan conversación, reafirman posicionamientos estratégicos y abren nuevas ventanas para campañas de imagen y producto.