Este 3 de diciembre se cumplen 30 años del primer SMS, el cual pasó de ser costoso a una herramienta de envío masivo de mensajes de seguridad y publicidad.
En medio de un mundo lleno de tecnología y que cambia constantemente con cada avance, el SMS cumple 30 años y se mantiene en vigencia. Todo esto ante el auge de las redes sociales como WhatsApp, Telegram o Messenger, que aparentemente monopolizan la comunicación entre teléfonos móviles.
Un 3 de diciembre de 1992, el “Short Message Service” (servicio de mensajería corto), fue utilizado por primera vez en la historia entre dos usuarios en la red telefónica Vodafone. Incluso, ese primer SMS ha sido vendido en forma de NFT durante una subasta en París en diciembre de 2021.
Richard Jarvis, colaborador de Vodafone, fue la persona que recibió el mensaje original en 1992. Lo curioso es que se trataba de un simple “Merry Christmas” (Feliz Navidad) enviado desde una computadora. Sin embargo, esto supuso toda una revolución en el mundo de las comunicaciones en aquella época.
Al igual que una especie de tuit, el SMS estaba limitado a 160 caracteres inicialmente. Sin embargo, este se liberó con el tiempo de sus ataduras y pudo enriquecerse con emojis e imágenes. Además, eran sumamente caros, aunque su popularidad cambió todo.
Su uso ha caído considerablemente con la explosión de las aplicaciones gratuitas. Por ejemplo, en el Reino Unido, el volumen de mensajes de texto se ha dividido por cuatro en diez años, hasta situarse por debajo de los 10 mil millones en el primer trimestre de 2022.

El SMS ha sobrevivido
Instagram, Facebook y Snapchat, luego WhatsApp, Messenger, iMessage, Viber o Telegram. Todas estas apps han ido arrinconando al SMS con el pasar de los años. Mientras se tenga una conexión a una red Wi-Fi, sin gastos de itinerancia, esas aplicaciones tienen una ventaja innegable.
Según un estudio del Órgano de los reguladores europeos de las comunicaciones electrónicas, entre los usuarios entre 16 y 24 años, el empleo de apps y redes sociales creció en más de un 50% en 2021. Por el contrario, los SMS bajaron un 29%. No obstante, el SMS todavía seguirá con vida y con un cierto futuro.