Aunque pueda parecernos algo insólito, lo cierto es que muchos productos de marcas reconocidas mundialmente fueron creados como fruto de una casualidad e incluso de forma accidental.
La serendipia, un fenómeno en el que algo valioso e inesperado es descubierto de manera fortuita, ha sido responsable de algunos de los mayores éxitos comerciales en la historia.
En el mundo empresarial, hay numerosos casos en los que marcas y productos de renombre internacional surgieron a partir de casualidades o accidentes. Estas historias fascinantes nos muestran que, a veces, el éxito está oculto en los lugares más inesperados.
Por ejemplo, en la década de 1990, los científicos de Pfizer estaban investigando un fármaco llamado sildenafil para tratar la angina de pecho y la hipertensión arterial. Sin embargo, durante los ensayos clínicos, los pacientes informaron de un efecto secundario inesperado pero bienvenido: erecciones persistentes. Este descubrimiento inesperado llevó a Pfizer a redirigir el enfoque del fármaco, y así nació el famoso Viagra, utilizado para tratar la disfunción eréctil.

Asimismo, tenemos el caso del Post-it, ese práctico trozo de papel autoadhesivo, también surgió gracias a un accidente. En 1968, un científico de 3M llamado Spencer Silver estaba intentando desarrollar un adhesivo superfuerte, pero terminó creando uno que tenía una adherencia débil. Silver vio su creación como un fracaso, pero su colega, Arthur Fry, encontró una aplicación ingeniosa: usarlo para marcar páginas en su libro de himnos.

Otro caso que también llama mucha la ateción y que cuenta con una historia fascinante es la creación del producto y marca Nutella. Su creación comienza en la década de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, en Italia. En ese momento, el cacao era escaso y costoso, lo que llevó al pastelero italiano Pietro Ferrero a buscar alternativas para elaborar productos dulces. Fue entonces cuando tuvo una brillante idea: combinar avellanas, que eran abundantes en la región de Piamonte, con una pequeña cantidad de cacao. Esta mezcla resultó en una pasta suave y sabrosa, que Ferrero llamó «Pasta Gianduja». El producto fue un éxito inmediato y se convirtió en el ingrediente principal de un nuevo producto que Ferrero lanzó en 1964 bajo el nombre de «Supercrema».
Sin embargo, en 1964, Michele Ferrero, hijo de Pietro Ferrero, decidió renombrar el producto como Nutella. La inspiración para el nombre vino del término italiano «nut», que significa nuez, y del sufijo «ella», que se utiliza comúnmente para denominar productos dulces.

Pero no podemos olvidarnos de uno de los productos más emblemáticos y reconocidos en todo el mundo: la Coca Cola. En 1886, el farmacéutico John Pemberton estaba buscando una cura para el dolor de cabeza y la fatiga, y mezcló diversos ingredientes en su laboratorio. En lugar de obtener un medicamento, obtuvo una bebida carbonatada deliciosa. Decidió comercializarla como un tónico para el cerebro y los nervios, y así nació la Coca-Cola.

La serendipia ha desempeñado un papel fundamental en el éxito comercial de numerosas marcas y productos. Estos ejemplos demuestran que a veces los mejores descubrimientos se producen por casualidad o por accidente.
Pese a todo esto, es importante recordar que un producto se vuelva exitoso si realmente cubre las necesidades del consumidoR, de lo contrario, es poco probable que tenga éxito en el mercado. Incluso si el producto es de alta calidad, tiene un precio competitivo y se comercializa adecuadamente.
Fuente: www.puromarketing.com