La partitura que compartió sin explicación es solo el punto de partida de una tendencia global. Artistas como BTS, Taylor Swift o Sabrina Carpenter han usado el enigma como herramienta de marketing para convertir cada lanzamiento en un acontecimiento.
Rosalía ha demostrado, una vez más, que no hay mejor campaña que una buena incógnita. La artista española sorprendió a sus seguidores al compartir una partitura titulada Berghain a través de su newsletter, sin ofrecer explicación alguna. Las especulaciones estallaron en cuestión de horas: ¿nuevo álbum?, ¿cambio de sonido? Nadie lo sabía, pero todos hablaban de ella.
Con esta maniobra, Rosalía consolidó una estrategia que lleva años perfeccionando al usar el enigma como forma de conexión. La artista juega con los códigos de internet, deja migajas de pan digitales y convierte a sus fans en detectives.

El misterio como estrategia de marketing
El caso de Rosalía no es una excepción, sino parte de una tendencia cada vez más extendida en la industria musical.
Taylor Swift, por ejemplo, dominó el arte del mensaje oculto desde Reputation (2017), cuando borró sus redes y dejó a sus seguidores interpretando símbolos de serpientes.

Otros artistas, como BTS para el lanzamiento de Dynamite en 2020 o Sabrina Carpenter que para el lanzamiento de Short n’ Sweet se lanzaron «huevos de pascua» con pistas, también han apostado por este tipo de estrategias interactivas, diseñadas para involucrar al público en un juego de pistas o cuentas regresivas.
En 2024, Lady Gaga, anticipó su álbum Mayhem mediante publicaciones crípticas en Instagram, incluyendo un fondo rojo con el texto “I’m ready for my interview” y varios posts con sonidos y símbolos que dispararon la especulación antes del anuncio oficial.

Incluso Daft Punk y Soda Stereo, desde su propio lenguaje visual, han sabido utilizar la ausencia, la nostalgia y el misterio para crear conversación antes de un gran anuncio.

Más que campañas, estas acciones son experiencias narrativas que aprovechan el poder de las redes para construir comunidad y deseo. Hoy, los artistas encontraron en el silencio y en la incertidumbre una herramienta de conexión emocional.