Las lecciones de Lego en un año tan atípico puede ser la guía de supervivencia de cualquier gigante en crisis. Mira aquí las claves de su exitosa estrategia
«Lo que no te mata te hace más fuerte», dice una popular frase que cala muy bien en la historia de Lego. El gigante de los juguetes ha anotado otros colapsos en su pasado, pero no será el Covid – 19 uno de ellos. En los tiempos de pandemia continua encadenando éxitos y vendiendo más y más, mientra mira el descenso de los nombres más sólidos del mercado.
La estrategia a la cual debe su éxito pandemico es más bien una burla al virus, pues, mientras los puntos físicos cierran sus puertas e intentan sobrevivir en el canal online, Lego abrió 134 nuevas tiendas el año pasado y espera abrir otras 120 en 2021. Su apuesta se refuerza en la poderosa conexión que logra con sus consumidores en sus puntos físicos, misma que se materializó en un crecimiento en ventas del 13% el pasado año, dejando beneficios operativos del 19% en todo el mundo.
Además, las tiendas Lego poco tienen que ver con el concepto te tienda común. La experiencia que vende en ellas acaba siendo fotografiada por sus visitantes y atrayendo turistas a sus pasillos. La tienda de Lego en Londres, por ejemplo, cuenta con un vagón de metro hecho solo de piezas legos y otros elementos similares.
Mundos combinados y público nostálgico
Otro gran acierto de la marca ha sido su estrategia online y offline, una combinación que hace que una no pueda sobrevivir sin la otra. El Set de Super Mario, por ejemplo, ofrece una figura de Mario interactiva que recolecta juguetes en la «vida real», una fusión perfecta entre piezas físicas y juegos online.

El líder los juguetes también se ha democratizado y dejado de percibirse como un juguete para niños. De hecho, Lego fue uno de los productos antiestrés más solicitados por el público adulto durante la pandemia y es que tiene ofertas pensadas específicamente para este nicho. El Lego Arts, por ejemplo, permite reproducir obras de arte famosas o elementos de la cultura pop.

De igual forma apunta hacia un público nostálgico, una estrategia marketera bastante vista últimamente, especialmente con la ola de rebrandings que ha surgido este año.