Según datos de NYC Tourism + Conventions, se estima que en 2025 llegarán dos millones menos de turistas internacionales respecto al año anterior, lo que supone una fuerte caída en los ingresos proyectados.
Nueva York, una de las ciudades más visitadas del mundo, enfrenta una de sus crisis turísticas más severas en años recientes. La reducción en la llegada de visitantes internacionales está afectando seriamente a negocios locales y operadores turísticos que dependen de este flujo. Se estima que en 2025 llegarán dos millones de turistas extranjeros menos que en 2024, según NYC Tourism + Conventions.
Julie Coker, presidenta de la entidad, expresó su preocupación ante esta baja que representa una pérdida significativa en ingresos. Aunque los turistas internacionales solo conforman el 20 % de las visitas, generan el 50 % del gasto turístico. “Es decepcionante ver esta pausa justo cuando esperábamos recuperar los niveles previos a la pandemia”, afirmó.
Parte de este descenso se atribuye a la caída del turismo canadiense, históricamente el principal emisor de viajeros a Estados Unidos. Algunos ciudadanos de Canadá estarían evitando viajar a Nueva York por descontento con la retórica política proveniente de Washington. “Gastan su dinero en Halifax, en Vancouver… no quieren venir aquí”, explicó el operador Matt Levy.
Guías locales como Renée Rewiski también sienten el impacto en sus recorridos diarios. «Antes teníamos 20 personas, ahora solo cinco», relata mientras guía a un pequeño grupo en Manhattan. La baja en la afluencia amenaza empleos y negocios que aún no se recuperan del golpe del COVID-19, generando incertidumbre entre quienes dependen del turismo.
A pesar del panorama adverso, la industria turística no pierde la esperanza. Coker asegura que continúan promocionando la ciudad con campañas internacionales, y confía en que eventos como el Mundial de 2026 y el aniversario 250 de EE. UU. ayuden a revertir la tendencia. “Nueva York sigue abierta. Aquí estaremos cuando estén listos para volver”, concluyó.