Los fanáticos de KFC siguieron pistas en redes sociales para descubrir la ubicación secreta de la máquina y probar gratis el “Sweet Tokyo Hot & Crispy”, la nueva versión de pollo con glaseado teriyaki y semillas de sésamo tostadas.
La cadena de pollo frito sorprendió a sus seguidores en Australia con la instalación de la primera máquina expendedora de pollo frito del mundo, un activación que combinó tecnología, sabor y juego.
Como parte de la campaña, la marca lanzó pistas en sus redes sociales para guiar a los usuarios hasta un punto “secreto y picante” en Sídney, donde se encontraba la máquina. Esta ofrecía gratuitamente el nuevo “Sweet Tokyo Hot & Crispy”, una versión del clásico pollo cubierta con glaseado teriyaki y semillas de sésamo tostadas, inspirada en los sabores japoneses.
De esa manera, la dinámica funcionó como una búsqueda del tesoro gastronómico, aprovechando el interés del público australiano por la cultura japonesa. Es más, la pista principal apuntaba al conocido Spice Aller de Chippendale, famoso por sus restaurantes asiáticos y estética urbana.
Según KFC, la campaña buscó “llevar un pedazo de Tokio a Australia” y ofrecer a los fans “una experiencia de sabor inesperada”. El producto está disponible también en locales seleccionados del país hasta el 3 de noviembre.
Como resultado, la iniciativa reforzó el vínculo de la marca con un público joven y digital, acostumbrado a los lanzamientos sorpresa y las experiencias interactivas. Además, con esta acción KFC no solo presentó un nuevo sabor, sino que transformó un simple lanzamiento de producto en un juego de exploración urbana, alineado con el auge de las promociones inmersivas y la cultura pop.