¿Alguien recuerda a Clubhouse? Ya casi nadie habla de la red social exclusiva al formato de audio, incluso Snapchat se resiste a morir a pesar de que otras plataformas emularon sus funciones. Te contamos por qué la competencia en este mercado es tan difícil.
No hace mucho que las plataformas de redes sociales tal como las conocíamos ni siquiera existían. Desde entonces este mercado ha visto empresas surgir y morir con una velocidad fugaz. Así ocurrió con Clubhouse, la app de salas de chat por audio que comenzó como una propuesta exclusiva en la que todos querían estar, ya pocos hablan de ella.
Otras como Snapchat aún se resisten al fin, a pesar de que su atractivo principal (las publicaciones efímeras) fue emulada por todos sus rivales a través de la figura de las “Historias”. Ya no hay nuevas redes sociales exitosas. Pocas como TikTok alcanzan el podio que ostenta Facebook o Instagram y estas son las razones de la escasa competencia:
1. Desconfianza
Para las redes sociales que aún se mantienen tampoco ha sido una carrera libre. Según datos publicados por la empresa tecnológica Silkstream, el 40% de los encuestados ve a Facebook como la empresa en la que menos confían su información personal y Twitter es visto como una plataforma que reprime a las personas, pero al mismo tiempo, sin concentrarse en el contenido lo suficiente.
Cualquiera de estas situaciones podría ser suficiente para inclinar el barco a favor de cualquier competidor, si se tratara de otro rubro. Pero dada la naturaleza enana de estas plataformas sociales, son casi imparables. A pesar de esto, cualquier futuro para que una próxima plataforma social tenga éxito como los de arriba es inexistente.
Esto viene dado porque, según Silkstream, la confianza en las redes sociales en su conjunto se ha evaporado. La gente entiende que al usar las redes sociales están entregando sus datos a estas grandes organizaciones, pero se ve principalmente como una compensación por la capacidad de tener una plataforma para mantenerse actualizado con sus amigos, enviar mensajes a otros y descubrir lo que están haciendo quienes los rodean.
Con los numerosos temores sobre la privacidad a lo largo de los años, incluida una importante filtración de información de 50 millones de cuentas en Facebook, algunas plataformas han intentado brillar con su propia luz priorizando la privacidad. Pero aún así han fracasado.
2. Auge de las redes sociales todo en uno
En algún momento las redes sociales comenzaron con nichos de negocio para captar una audiencia específica. Como Instagram que en un principio se enfocaba específicamente en las fotografías. Está de más decir que hoy ya no es así, ahora pueden los usuarios no solo enterarse de las noticias, reír, crear, sino también vender.
Lo mismo ha ocurrido con Facebook y Elon Musk aseguró que quiere hacer lo mismo con X (antes Twitte). ¿Cuál es el objetivo? Garantizar que no necesariamente tendrán que abandonar su plataforma cuando desee acceder a otra información. Como las plataformas de redes sociales en este momento ya ofrecen todo lo que necesitamos, ¿por qué pasar a otra plataforma que ofrecerá todo lo que ya tenemos o menos?
3. Es difícil convencer a los usuarios de que cambien de app
Como dijo una vez Vera Lynn, duele decir adiós. Con cualquier cambio dramático a una nueva plataforma de redes sociales, es difícil dejar atrás todo el contenido que han seleccionado en esa plataforma anterior: desde sus mensajes, sus publicaciones y fotos y, de hecho, también a sus amigos.
Conseguir que un amigo se una a una nueva plataforma ya es bastante difícil, pero cuando intentan dirigir a todos sus amigos hacia una nueva plataforma, es casi imposible. El problema con los nuevos sitios de redes sociales es que se necesita mucho esfuerzo orgánico para crecer y transformarse en algo por lo que la gente esté dispuesta a optar por encima de otras opciones disponibles.