Lo que empezó como una edición limitada de €50 se agotó en minutos y hoy se revende por casi $2,000. El exclusivo spread de avellanas, creado junto al chef Maxime Frédéric, reafirma el poder de Louis Vuitton para transformar cualquier lanzamiento en un fenómeno de deseo.
La maison francesa volvió a demostrar que el lujo puede aplicarse incluso a lo más cotidiano. Louis Vuitton lanzó una edición ultra limitada de hazelnut-chocolate spread creada junto al maestro pastelero Maxime Frédéric, responsable de “Le Chocolat Maxime Frédéric”, la línea de chocolatería artesanal de la firma.
Asimismo, el producto, que se vendió únicamente en dos boutiques exclusivas, Place Vendôme en París y New Bond Street en Londres, tuvo un precio inicial de entre 35 y 50 euros, y se agotó en cuestión de horas. Elaborado con avellanas del Piamonte y cacao de origen único, el spread combinaba la excelencia de la alta pastelería con la estética y el prestigio característicos de la marca.
De esa manera, lo que parecía un simple lanzamiento gastronómico se convirtió en un fenómeno global. En cuestión de días, los frascos comenzaron a aparecer en eBay y otras plataformas de reventa por hasta 2.000 dólares, multiplicando su valor hasta 40 veces.
En consecuencia, algunos usuarios los describieron como piezas de colección más que como un alimento, y no faltaron quienes lo calificaron como “la Nutella más cara del mundo”. Así, el interés detrás de esta colaboración no solo radica en su sabor, sino en el mensaje que encierra: el lujo ya no se limita a la moda o los accesorios, sino que se extiende a nuevas experiencias sensoriales.
Con este lanzamiento, la firma consolida su incursión en el mundo gourmet y demuestra cómo una estrategia de exclusividad puede convertir un frasco de chocolate en un símbolo de estatus.












