La pieza, producida por Ogilvy Miami, festeja estas marcas de suciedad, posicionándolas como la prueba de haber disfrutado la comida de la cadena.
Un reconocido fast food acaba de reescribir una regla social: las manchas ya no son motivo de vergüenza, sino una insignia de honor. Y es que así es la audaz premisa detrás de «Saucy», la nueva campaña de KFC desarrollada por Ogilvy Miami, que busca transformar un pequeño accidente alimenticio en un símbolo de disfrute absoluto.
La propuesta parte del lema «Para chuparse los dedos», pero da un paso más, elevando la experiencia a una forma de comunicación no verbal. Creada pensando específicamente en el mercado latinoamericano, la estrategia anima abiertamente a los consumidores a sumergirse en la salsa sin preocuparse (de las manchas).
Además, se materializa en una singular pieza dirigida por Geoff Castillo para Habitant Productions. En ella, el foco está puesto en la conexión silenciosa que surge entre personas desconocidas. El vínculo se establece cuando uno reconoce la huella de la salsa de KFC en el otro.
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Humor, manchas y KFC
Esta comunicación sin palabras se lleva a cabo mediante sutiles gestos cargados de complicidad y humor. Un ligero asentimiento, una sonrisa burlona o el simple arqueo de una ceja son suficientes para reconocerse como parte de este «club» de amantes de la salsa. El mensaje de disfrute queda perfectamente realzado por una banda sonora alegre y humorística.
“Hoy nos complace lanzar ‘Saucy’, una entretenida pieza que invita a los consumidores a aceptar con orgullo las manchas en las camisas, con un toque de humor único que conecta con cualquier persona del mundo. Confiábamos en que el público estaría de nuestra parte, así que decidimos arriesgarnos aún más. Creemos que esta es la perspectiva audaz y fresca que mejor se adapta a KFC” comentaron desde Ogilvy para Ibbonline.