El título al rebranding más efímero de la historia se lo lleva GAP luego de que en 2010 cambiará su logo para que solo una semana después tuviera que regresar al interior nuevamente.
En octubre del 2010, la reconocida marca de ropa GAP presentó con bombos y platillos su nuevo logotipo. En su búsqueda por modernizar su estilo, la compañía decidió retirar su clásica caja azul para reemplazarla por un pequeño cuadrado degradado en la esquina.
La tipografía también fue cambiada por una más “minimalista”. Después de 20 años con un mismo logo, GAP cambió por completo su esencia sin campañas de intriga o algún previo aviso. En solo cuestión de horas, el internet dio su apreciación sobre el rebranding.
El rebranding más odiado de la historia
Miles de usuarios expresaron su rechazo al nuevo logo de GAP a través de parodias y memes que invadieron el internet ese mismo día. Incluso, llegaron a compararlo con plantillas gratuitas del ciberespacio. Los comentarios iban desde “el nuevo logo de GAP me hace no querer comprar ahí nunca más” hasta “el nuevo logo de GAP me da ganas de vomitar”.

El rechazo fue tan grande que en menos de una semana la compañía anunció que revertiría el cambio. El coste total del cambio de marca se estimó en 100 millones de dólares. Se trató de uno de los rebranding más cortos, criticados y costosos de la historia del diseño.
Si bien GAP ya había actualizado su logo anteriormente, en la era de internet, el juego es distinto. El fracaso de este intento por modernizar la marca se tradujo en una ola de críticas y un severo costo económico que tuvo que pagar la marca.
¿Por qué fracasó el rebranding de GAP?
Para intentar entender qué fue lo que hizo mal GAP es necesario remontarse a dos años antes. La gran crisis económica del 2008 ocasionó una gran caída de ventas que hizo que muchas compañías enfrentarán dificultades. Por ello, la marca de ropa creyó que un rebranding podría ayudarla a resurgir.
Sin embargo, nunca anunciaron adecuadamente la renovación de la marca. No hubieron comunicados sobre el motivo del cambio, qué motivaciones tenían con este rebranding o acciones que acompañarán el nuevo estilo que deseaba manejar.
Los errores cometidos se traducen en un enfoque apresurado, falta de estrategia y de investigación del consumidor, fallido plan de comunicación, y una mala ejecución en general.










