Los retailers se lanzan a los brazos de la economía circular y tal parece que ya tienen el perfil de un potencial consumidor. Entérate de los detalles.
La sostenibilidad se ha convertido en agenda mundial y los consumidores son ahora los vigilantes de que se cumpla esta tendencia, por lo cual los retailers se arrojan a los brazos de la economía circular, sumando a su stock productos de segunda mano.
No es de extrañar. La ONU ha anunciado que el objetivo mundial más urgente es lograr una huella de carbono cero. De igual forma, la misma organización indica que solo la industria textil es responsable del 10 % de las emisiones globales de carbono.
De acuerdo con un estudio reciente de GlobalData y ThredUp, el mercado de la indumentaria de segunda mano tendrá un crecimiento exponencial en los próximos cinco años, hasta alcanzar una facturación aproximada de US$77 000 millones en 2025.
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Además, el mismo informe indica que, aproximadamente, 33 millones de consumidores compraron por primera vez ropa de segunda mano durante el confinamiento del 2020. Mientras que el 76 % de quienes acaban de estrenarse en este mercado aspira a repetir esta experiencia de compra.
Así mismo, los expertos señalan que de los consumidores que continuarán comprando ropa usada, una proporción que escala hasta el 53 % pertenece al target de los millennials y la Generación Z.