Tras su fallecimiento, se hizo un recorrido por su legado que marcó un antes y un después en la industria de la lucha libre.
Terry Gene Bollea, universalmente conocido como Hulk Hogan, falleció el 24 de julio de 2025 en su residencia de Clearwater, Florida. No obstante, este personaje dejó un historia inspiradora, pues no solo fue un talentoso luchador, sino que transformó en una marca global.
El icónico «Hulkmanía» utilizó su popularidad para comenzar un lucrativo negocio del merchandising con su imagen que perdura hasta la actualidad.
Para lograrlo, dependió en su capacidad para forjar una conexión con su público, estrategia que generó autenticidad y ser nombrado como un héroe estadounidense. Sus colores distintivos eran el rojo con amarillo y junto con su bigote y frases populares se convirtió en un símbolo único.
Fue así como llegó a millones de aficionados, que generaba en ellos tan fuerte emoción consolidando su valor de marca. Se crearon un universo de productos de su personaje, desde camisetas y bandanas rojas y amarillas, hasta figuras de acción.
Este éxito no fue accidental, fue el resultado de una estrategia de marketing que entendía el potencial de convertir las características singulares de Hogan y su personalidad deportiva en una propiedad intelectual variada.
En consecuencia del éxito alcanzado, se estima que en la década de 1980 Hogan llegó a ganar alrededor de 10 millones de dólares anuales durante el apogeo en la World Wrestling Federation (WWF hoy WWE). Parte significativa de sus ganancias provenían directamente de su mercancía oficial.