Ludopatía, adicción a las compras y ser víctimas de estafas son algunos de los riesgos a los que se enfrentan niños y adolescentes ante el contacto no supervisado con el comercio electrónico. ¿Qué hacer?
Las niñas y los niños son el segmento poblacional que ha pagado el precio más alto en pandemia. Aislarse de sus amigos y seres queridos, detener la socialización, sumergirse en nuevas metodologías pedagógicas frías y aburridas, y en general limitarse solo al mundo que pueden ver mediado por las pantallas, ha sido la realidad para muchos pequeños y adolescentes desde marzo de 2020.
Uno de los aspectos en los que este grupo ha visto cómo cambia radicalmente la cotidianidad es en el de los hábitos de consumo. Entre la clase media de los espacios urbanos las compras en línea se han convertido en parte central del paisaje diario y esto deja en los niños una nueva percepción de la realidad sobre cómo el hogar se abaste y sacia sus necesidades.
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Pero no solo eso, la sobredosis de compras online además de plantear una nueva cultura también expone a las poblaciones vulnerables a una serie de riesgos asociados a la salud mental y a la seguridad personal. Demos una mirada a este panorama.
Algunas cifras en perspectiva
Desde 2019 se le ha hecho seguimiento al interés de los niños por el eCommerce. Ese año, un informe de Kaspersky sobre la seguridad online de los niños arrojó que el interés de esa población por las compras digitales pasó del 2 % al 9 % a nivel global, es decir, se triplicó. Esto aún sin una pandemia de por medio.
La investigación indicó que el mayor número de búsquedas de compras en línea entre el target infantil se registró ese año en Rusia, con un 23 %, y más adelante América del Norte (15 %), Europa y Oriente Medio (11 %) y Asia y América Latina (9 %).
En ese momento Kaspersky determinó que los sitios más consultados por los niños de todo el mundo eran AliExpress, Amazon y eBay. También páginas de marcas de ropa deportiva (Nike y Adidas), electrónica (Apple y Samsung) y de moda (Gucci, Vans, Supreme, Zara y Bershka).
Este informe estuvo centrado en la industria del retail. No se ocupó de otras plataformas que también implican compras como las de los juegos online. También detalló que se basa en visitas, las cuales no implican tasas de conversión.
Es natural pensar que las cifras dadas por Kaspersky en 2019, que ya mostraban una tendencia clara, se dispararon. Para eso podemos tomar una estadística como referencia: el crecimiento del eCommerce en Perú este año. Según Neo Consulting, entre 2020 y 2021 las ventas electrónicas en el país crecieron en un 86,7 %. Tal incremento obviamente impacta todos los segmentos poblacionales, incluyendo el infantil.
Estos son algunos riesgos
Como en cualquier otro aspecto de la vida y sobre todo en lo que tiene que ver con los medios de comunicación, los riesgos asociados al uso de los niños nacen ante la falta de supervisión. En este caso específico porque muchos jovencitos manipulan dispositivos de su madre o padre que ya tienen vinculado un método de pago, así que para cualquier usuario es automático realizar una compra.
El primer riesgo evidente es la adicción a las compras, a la que también son proclives los adultos. El hecho de comprar fríamente a distancia y sin tener noción física de lo que se gasta, tan solo a la distancia de un clic, facilita que se presente esta situación.
Por otro lado, hoy en día se han popularizado las webs de apuestas deportivas, póker y juegos online. Según una investigación del Plan Nacional sobre Drogas (España), se estima que más de 160 mil jóvenes de entre 14 y 18 años apuestan dinero en línea, cita el portal. Los adolescentes son propensos a convertirse en ludópatas debido a estas plataformas.
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Finalmente, en cuanto a los riesgos a su seguridad personal está el peligro a las estafas y al robo de datos personales. Los niños, al no discernir entre los sitios para compras seguras y los que no, son blanco fácil para los timos. Por esto, nuevamente, la clave es la supervisión.
Y en general, las precauciones, al igual que los riesgos, son los mismos que frente a la navegación en internet y redes sociales sin la mirada de un adulto. Los niños, buscando qué comprar también pueden toparse con grooming, acoso, pornografía, entre otros.
Otro dato a subrayar es que así como el eCommerce está en general poco regulado en América Latina, en específico las estrategias de marketing online para niñas y niños también adolecen de reglas claras. Es una tarea pendiente de las instancias legislativas y gremios para evitar someter al público más vulnerable en una espiral de consumo.
Sobre el encuentro de los niños con esta nueva cultura de compras online, el marketero español Paco Santamaría, en un artículo de opinión publicado en la página Informa BTL, valoró: «Sufrieron una especie de sobredosis de pantallas y demasiados mensajes y contenido a su alrededor. Aprendieron a comprar con sus padres a través del teléfono. Entonces se dieron cuenta de que pueden llenar sus necesidades al ver y buscar en una pantalla. Captaron muchos catálogos de miles de productos con sus jóvenes ojos en marketplaces de consumo. Aprendieron, muy rápido, que ver es comprar y recibir productos en casa. Que así saciamos nuestros vacíos, miedos e inseguridades».