Para ellas, este negocio representa, mayormente, su única fuente de ingresos y esperan seguir creciendo a medida que se capacitan en el uso de herramientas digitales.
Las bodegas tienen presencia en cada distrito y forman parte de la cotidianidad urbana. Estas sirven para hacer las compras de la semana, adquirir algo de último momento e, incluso, realizar transferencias mediante un agente financiero. De acuerdo con la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP), el país cuenta con alrededor de 535.000 bodegas, de las cuales 150.000 se ubican en Lima.
Cada 12 de agosto se celebra el Día del Bodeguero. Esta fecha representa una oportunidad para reconocer la labor de quienes dedican su día a día a ofrecer productos y bienes de calidad para sus clientes y “caseros”.
Hace dos años nació la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub) y, desde entonces, con organización y trabajo duro, han enfrentado los distintos retos producto de la pandemia del Covid-19. Actualmente, el 60% las bodegas son lideradas por mujeres y, para la mayoría de ellas, representa su única fuente de ingresos, por lo que las empresarias bodegueras esperan seguir creciendo a medida que se capacitan en el uso de herramientas digitales.
No obstante, este sector que funciona como micro y pequeña empresa (MYPE) enfrenta un momento difícil por la desaceleración de la economía y los efectos del Fenómeno del Niño. Por ejemplo, Agremub explica que, anualmente, el 1,7% de bodegas desaparece. Además, debido a la inflación, la capacidad de reposición de productos se deterioró en un 20% en promedio.
Pese a ello, existen incentivos que permiten ver con optimismo su recuperación, como la reciente decisión del Gobierno de descartar este año el alza del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), lo que hubiera afectado a gran parte de los productos que venden las bodegas. Con ello, las bodegueras continúan en pie de lucha por alcanzar una ruta más formal que permita el desarrollo integral de sus familias, así como de sus negocios.