Las grandes empresas tienen mucho qué decir cuando hablamos de proteger a la Madre Tierra y sus recursos. Veamos en este post 5 marcas de alcance planetario con iniciativas verdes para subrayar.
Desde 1970, todos los 22 de abril se celebra el Día de la Tierra. La efeméride busca concientizar sobre el compromiso medioambiental y la importancia de proteger al planeta, nuestra única casa, para poder seguir disfrutando de sus recursos, gracias a los cuales podemos vivir.
En esta celebración la responsabilidad empresarial es un tema de primer orden. Las grandes corporaciones son ante todo grandes consumidoras de energía y recursos naturales, y poco a poco, ya sea por la presión de los consumidores y también gracias a nuevas legislaciones nacionales e internacionales, las entidades privadas han tenido que irse adecuando a nuevas prerrogativas para trabajar de forma más sostenible.
5 Marcas con compromiso verde
Estas cinco experiencias empresariales buscan operar de forma más amigable con el entorno y el planeta. Veamos:
Vans
La marca californiana de zapatillas e indumentaria deportiva anunció recientemente que su meta para 2030 es que 85 % de sus artículos serán hechos con material sostenible y que reducirá en un 43 % su huella de carbono. Para esa fecha la empresa espera que el 100 % de su materia prima sea sostenible, y en general que toda su producción sea «reciclada y reciclable». Vans usará un 50 % de poliéster reciclado y plantea abastecerse de algodón 100 % cultivado de forma sostenible para 2025.
Lego
Para Lego la sostenibilidad es un verdadero desafío ya que el único producto que fabrica, sus famosos bloques, son de plástico, el material más despreciado hoy día en términos ecológicos. En ese sentido, ha decidido darle una vuelta creativa al asunto y anunciar en primer lugar que garantizará que el cien por ciento de su packaging sea sostenible para 2025.
Además, la marca experimenta con bloques de materiales alternativos. En 2018, Lego comenzó a vender piezas de ladrillos de plástico de origen vegetal. El objetivo de la empresa es producir todos sus materiales con bioplástico a partir de 2030.
Finalmente, la empresa se empeña en hablar de la gran durabilidad de sus juguetes, a prueba de obsolescencia programada, así que garantiza que pueden ser usados por generaciones, y que por tanto no generan desechos no biodegradables.
Volkswagen
Suena paradójico incluir a esta automóvilística en este listado luego del escándalo de 2015, cuando salió a la luz que la marca había instalado ilegalmente un software para alterar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en 11 millones de automóviles con motor diésel.
Pero sucede que Volkswagen acaba de ser readmitida en el Pacto Global de las Naciones Unidas y con un discurso de mea culpa ahora ofrece redoblar sus esfuerzos para lograr una operatividad sostenible.
Para 2025 Volkswagen planea reducir sus emisiones de CO2 durante el ciclo de vida de su cartera de vehículos de pasajeros en un 30 % en comparación con 2015 y aspira a ser neutral en cuanto al clima para 2050.
The Body Shop
Al hacerse viral hace pocos días la campaña sobre la crueldad animal a través del cortometrajes del conejo Ralph, han salido a relucir más que nunca las marcas de cosmética que no hacen pruebas en animal y que trabajan de forma ecológica. Una de ellas es The Body Shop, del grupo L’Óreal.
La marca impulsa en todo el mundo sus «estaciones de refill» para llenar de nuevo sus envases de aluminio y así evitar el uso de plástico desechable. Por otro lado, entre otras medidas anunciadas a propósito de su 40 aniversario, pasará de 19 a 40 ingredientes provenientes de comercio con comunidades y garantizará la trazabilidad y sostenibilidad de todos sus ingredientes naturales, protegiendo 10.000 hectáreas de vegetación.
Ralph Lauren
Esta marca de moda aspirar a utilizar el 100% de sus materiales «clave» de origen sostenible para 2025. Este año lanzó una iniciativa contra la moda desechable, The Lauren Book, con la cual alquila sus piezas en línea, fomentando así el reúso. Este nuevo servicio da cuenta de la disposición de la empresa para adaptarse a los nuevos modelos de consumo, así como de apostar a un negocio de la moda más sustentable en el cual las piezas puedan tener un ciclo de vida completo.