Kellogg’s, fabricante de alimentos, señala los lineamientos del programa extraescolar. Su propósito es potenciar las habilidades de menores en riesgo de exclusión social.
Una óptima forma de asumir un rol activo en la responsabilidad social, por parte de las marcas, es vincularse a las problemáticas que enfrentan sus públicos objetivos. El caso de la marca Kellogg’s resulta muy ilustrativo para comprender esta tarea. En España, el fabricante de alimentos dirige un plan de actividad extraescolar y un plan de alimentación.
Es la Social Basketball School Kellogg´s y beneficia a alrededor de 10 estudiantes de tres colegios de Madrid (España). El programa se dirige a menores en riesgo de exclusión social. La iniciativa social consiste en una actividad que intenta promover un estilo de vida saludable. En ese sentido, se incentiva el deporte y, al finalizar, la actividad deportiva, los estudiantes reciben una merienda. Los beneficiarios son niños entre los 6 y 12 años.
¿Por qué Kellogg’s apuesta por un programa extraescolar?
Es una iniciativa solidaria que surge como extensión y complemento del programa Todos a Desayunar y de los Campus Social Basketball Kellogg’s. Con ello, la marca apuesta por el baloncesto español. Hace más de una década Kellogg’s ofrece desayunos completos en colegios públicos a menores que por su situación socioeconómica acudían al colegio sin desayunar.
Posteriormente se pusieron en marcha los campus donde se promueve el deporte. En los Campus Social Basketball Kellogg’s niños y niñas entre 6 y 12 años tienen acceso a una alimentación completa y variada. Además, se divierten entrenando al baloncesto y viviendo sus valores. El nuevo programa de actividad extraescolar Social Basketball School Kellogg’s sigue ampliando la oferta formativa y lúdica de los menores. También fomenta la positiva unión de alimentación y deporte.

Parte de la motivación a los niños es el incluir a Raquel Carrera como entrenadora por un día. La atleta es parte de la Selección Española. Ahora es una embajadora de los valores de Kellogg’s y anima a los niños y niñas participantes a disfrutar del baloncesto aprendiendo a jugar en equipo. El aprendizaje también se enfoca en la humildad para afrontar las derrotas y disfrutar con pasión en cada entrenamiento y partido.