En una innovadora activación, la marca alemana creó una pista circular de 200 metros sobre una mina de yeso para presentar su línea EQT.
En una apuesta audaz por romper los límites de lo convencional, adidas llevó el deporte a un terreno tan inesperado como inspirador: el desierto de Nuevo México. A finales de 2024, la reconocida marca deportiva unió fuerzas con el estudio creativo PlayLab Studio y la agencia Mazarine New York para crear una instalación única sobre una mina de yeso activa cerca de Santa Fe. El resultado fue una pista circular de 200 metros que convirtió un paisaje árido en una experiencia inmersiva que fusiona innovación, naturaleza y movimiento.
Este proyecto formó parte de la campaña global de lanzamiento de la línea EQT, una serie de zapatillas que rescata el legado de adidas con un enfoque contemporáneo. La instalación no fue simplemente un espacio para correr, sino una expresión artística y conceptual que integró diseño, deporte y entorno de forma armoniosa. La pista, colocada estratégicamente en el borde del terreno, ofrecía a los corredores una vista panorámica del desierto, permitiendo vivir el ejercicio físico como una conexión directa con el paisaje.
Lo que diferenció esta activación de otras fue su enfoque multisensorial y comunitario. Una vez finalizada la carrera, los participantes fueron invitados a trasladarse al centro de la instalación, donde una fogata central se convirtió en un espacio de encuentro. Allí, lejos del bullicio urbano y rodeados de naturaleza, los asistentes pudieron compartir experiencias, reflexionar y establecer vínculos en un ambiente cálido e íntimo. Este giro emocional en el recorrido del usuario reafirma el interés de adidas por generar experiencias que trasciendan lo comercial y dejen huella.
Con esta intervención, adidas no solo promocionó una nueva línea de productos, sino que también reafirmó su visión de marca: apostar por la creatividad, la conexión humana y el respeto por el entorno. La pista en el desierto de Nuevo México se convierte así en un símbolo de cómo el branding puede ir más allá de lo visual, transformándose en una vivencia integral. En tiempos donde las marcas compiten por atención, adidas optó por ofrecer una historia, un momento y un lugar que los consumidores recordarán mucho después de quitarse los tenis.