Según el informe EY Future Consumer Index, solo un 25% de los consumidores sigue a una persona por su fama, subrayando la creciente preferencia por figuras más accesibles y auténticas.
Las estrellas de Hollywood han sido históricamente las principales prescriptoras de marcas, utilizando su popularidad para amplificar mensajes y moldear la opinión pública. Sin embargo, el escenario está cambiando. Las personalidades que han surgido de las redes sociales están ganando cada vez más terreno y relevancia en el mundo del marketing, compitiendo de manera directa con las celebridades tradicionales.
El marketing de influencers se ha consolidado como un mercado global valorado en miles de millones de dólares, transformando de manera acelerada la manera en que las marcas se conectan con sus audiencias. El informe EY Future Consumer Index destaca este cambio, revelando que la influencia de los creadores de contenido digital sobre las decisiones de compra es más poderosa que nunca. Un dato revelador es que el 66% de los millennials y la Generación Z siguen a influencers, en contraste con el 27% de la Generación X y los Baby Boomers. Además, solo un 25% de los consumidores sigue a una persona por su fama, subrayando la creciente preferencia por figuras más accesibles y auténticas.
El poder de los influencers
En un entorno donde la fragmentación de las audiencias y la multiplicación de canales digitales representan desafíos para las marcas, los influencers han emergido como voces confiables. La investigación de EY muestra que un 49% de los consumidores considera valioso el contenido generado por influencers, mientras que un 42% se identifica con él. Además, un 74% de los encuestados considera confiables las recomendaciones de productos hechas por estos creadores digitales. Estos factores han llevado a que un 61% de los consumidores admitan haber realizado una compra impulsada por la recomendación de un influencer, demostrando el inmenso poder que estas figuras tienen para moldear comportamientos de compra.
Aunque las celebridades siguen teniendo un papel importante en el marketing, su influencia está siendo eclipsada por la autenticidad y la cercanía que los influencers ofrecen. Las grandes estrellas, con sus estilos de vida lujosos y su inalcanzable poder adquisitivo, resultan menos identificables para el consumidor promedio, especialmente en el actual contexto económico de incertidumbre. Este distanciamiento ha hecho que las marcas reconsideren su enfoque, priorizando la conexión emocional y la autenticidad sobre el glamour y la fama.
Según Fast Company, la creación de contenido único para cada canal digital se ha convertido en una prioridad. Los influencers, con su capacidad para generar contenido auténtico y relevante, se han posicionado como los nuevos líderes de opinión, capaces de mantener a su audiencia cautiva y de controlar el mensaje de manera que ni las marcas ni las celebridades tradicionales pueden igualar.
Este cambio en el marketing de influencers no solo redefine quién tiene el poder de persuadir, sino también cómo se construye y se mantiene la lealtad del consumidor en la era digital. El futuro del marketing parece estar en manos de estos creadores de contenido, cuya habilidad para conectar con sus audiencias de manera auténtica y significativa les otorga una ventaja competitiva en un mundo donde la confianza y la identificación son clave para el éxito de las marcas.