“TeAdoro” marca un hito en el cine peruano al abrir su proceso creativo al público, que podrá votar en decisiones clave como locaciones, artes, casting y música para construir juntos una película única.
El cine peruano ya cuenta con un amplío catálogo de películas de todo tipo. Desde comedia hasta terror. Sin embargo, más allá del género, el desarrollo de la narrativa no siempre suele complacer al público. En medio de carteleras que no terminan de convencer del todo, surge la primera película peruana que será co-creada con la audiencia.
El modelo de producción de ‘TeAdoro’ apuesta por cambiar la manera en la que se hace cine en el Perú. La propuesta apunta a convertir al público en parte del equipo creativo. Los seleccionados para este importante rol formarán parte de los ‘Hinchas Productores’.

Los ‘Hinchas Productores’
Ante la constante exigencia del público peruano por mejores películas locales, ‘TeAdoro’ surge como una propuesta que invita a la audiencia a no esperar que cumplan con ese pedido, sino directamente hacerla ellos mismos.
El grupo de afortunados que podrá formar parte del equipo creativo ha sido acuñado ‘Hinchas Productores’. Entre sus facultades se encuentra: votar en decisiones creativas (locaciones, arte, música, casting, vestuario e incluso escoger al protagonista), tener acceso al set, participar en sorteos y avant premier, así como salir como extras en escena importantes.
“TeAdoro” es la primera película peruana que se construye como un proyecto comunitario, en el que el espectador deja de ser público pasivo para convertirse en parte del equipo.
La película fue desarrollada por la productora audiovisual La Musa, la cual cuenta con 8 años de experiencia en dirección publicitaria.
La trama detrás de ‘TeAdoro’
“TeAdoro” se desarrolla en la fecha más emotiva para el país: la clasificación de Perú al Mundial Rusia 2018. Aunque el fútbol está presente, la historia no gira en torno a él, sino al Perú mismo. En medio de un velorio lleno de cábalas, supersticiones y humor negro, Jhon —un joven que empieza a involucrarse en la extorsión por necesidad económica— descubre que las ritualidades de su abuelo esconden secretos familiares capaces de cambiar su futuro.
El film utiliza el fútbol como una metáfora nacional para reflexionar sobre la suerte, el sacrificio, las oportunidades desperdiciadas y el dilema entre seguir el camino fácil de la delincuencia o enfrentar la “cancha inclinada” que tantos jóvenes peruanos conocen. Con una mezcla de comedia, tragedia y tradición oral, “TeAdoro” muestra esa Lima que se niega a desaparecer: la de barrio, la del chisme, la del humor criollo que aflora incluso en los momentos más duros.










