“¿Qué tipo de planeta quedará si continuamos usando mascarillas desechables y no degradables?” es la pregunta de esta campaña que advierte sobre es uso incorrecto de las mascarillas desechables.
La mascarilla ha sido uno de los elementos más visibles durante la crisis sanitaria, pasó de ser un objeto prevención a marcar una nueva tendencia en la industria textil, sobre todo en este momento en el que se inicia la reactivación económica en distintos países del mundo, y es que sin una vacuna que pueda erradicar definitivamente este peligroso virus, todos deben continuar usándola.
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Actualmente, puedes conseguir mascarillas de cualquier tipo, tamaño y color, y es que se ha creado un gran mercado frente a esta nueva necesidad de las personas de protegerse. Sin embargo, este controvertido accesorio también se ha vuelto el protagonista de otra desagradable escena, muchas de estas mascarillas se ven ahora tiradas en la calle, invadiendo las playas o desechadas de manera inadecuada.
En ese sentido, Fine Guard, la firma de productos higiénicos ha lanzado la campaña “Waste can mask our future” o “Los desechos pueden enmascarar nuestro futuro”, en su traducción al castellano, con el fin de concienciar a las personas sobre el peligro que representan las mascarillas desechables y no degradables para el medio ambiente.
De esta forma, se da vida a un corto spot realizado por la agencia creativa FCB Emiratos Árabes Unidos cuya pregunta central es, “¿Qué tipo de planeta quedará si continuamos usando mascarillas desechables y no degradables?”
A su vez, la campaña también está compuesta por distintas fotografías en la que aparecen personas de distintos perfiles demográficos con una mascarilla cubriéndole los ojos, con la intención de simbolizar la visión cortoplacista de la sociedad respecto al uso de mascarillas desechables.
“Protégete a ti mismo, protege al planeta”, es el lema de esta campaña que busca impulsar el uso de tapabocas reutilizables, a fin de evitar que nuestros ecosistemas se sigan contaminando a raíz de estas mascarillas desechables. Para comprometerse con este cambio de visión, la compañía presentó Fine Guard Comfort, mascarillas reutilizables con filtración de grado N95 y la tecnología Linvinguard, patentada y certificada, que esteriliza el aire que pasa a través de la mascarilla, matando las bacterias y los virus que puedan traspasarla.
De acuerdo con WWF Italia, los datos son alarmantes y explica que, aún si solo el 1% de las mascarillas se desecharan de forma incorrecta y se dispersaran por la naturaleza, provocaría que hasta 10 millones de estos materiales contaminaran cada mes el medio ambiente.
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