Al crear un logotipo hay que tener en cuenta con claridad lo que estamos tratando de comunicar. Suena simple y sencillo pero en realidad es uno de los pasos más importantes. Un buen logo debe ser simple, es en realidad una síntesis gráfica de un producto o servicio. Para la elaboración óptima del diseño de un logotipo es necesario empezar con un brief o una serie de preguntas que revelen el enfoque primordial del mismo. Preguntas como:
– ¿Cuál es el nombre y el porqué de ese nombre de la empresa/ producto/servicio?
– ¿Cuál es la competencia primordial?
– ¿Porqué desean utilizar ciertos colores?
– ¿Cómo nació la empresa?
– ¿Cuándo nació la idea del producto?
– ¿Dónde se originó?
– ¿Quiénes son los principales consumidores?
– ¿Cuáles son los valores de la empresa?
– ¿Cómo ves tu empresa/ producto/servicio en 5 años?
– ¿Con qué objetivos se fundó la empresa/ producto/servicio?
Estas son esenciales, entre otras preguntas y conversaciones con el cliente o contigo mismo- si deseas hacer tu propio logo – para establecer de parte de quien nos estamos comunicando y hacia quien nos dirigimos- incluso en un nivel gráfico, pues lo que busca un buen diseño o diseñador finalmente es proyectar objetos que sean estéticos y a la vez útiles. Es importante también, que a pesar de las tendencias en diseño, el logo sea atemporal, así su periodo de vigencia será mucho más largo y como consecuencia esto generará recordación, reconocimiento y seguridad en el cliente o consumidor.
Elementos como los colores y las formas vendrán a ti con más claridad y certeza al tener una razón psicofuncional de los objetivos del negocio, palabras claves. Así mismo cuando emprendemos un proyecto de este estilo es siempre bueno empezar por un bosquejo de la proyección del diseño y dos o tres alternativas más.
La creación de un logo, como lo mencione al principio, puede sonar fácil y descomplicado, pero teniendo en cuenta que es una figura que representara a tu empresa y estará como icono de cada producto- durante, ojalá al menos una década – es necesario tomar el tiempo necesario para evaluar y re-evaluar el concepto hasta que tenga la forma y el efecto deseado. Siempre es bueno comparar en la industria y consultar con expertos o por medio de un sondeo la percepción del mismo. En fin, es un proceso, un recorrido no un destino únicamente. Todos los componentes del logotipo deben estar ahí por un motivo específico sino de sobra.
Para poder trabajar en un logo hay que saber manejar con habilidad los fundamentos de diseño, como mezclar e interponer formas, (saber si es apropiado de acuerdo a la información obtenida con el brief por el cliente) usar figuras planas o con volumen, y de acuerdo al propósito alimentar la creatividad en el papel con elementos de relación como el tamaño, color, textura, espacio, iconometría, similitud, saturación, jerarquía y énfasis.
Además de esto, también es necesario considerar los medios que más se utilizarán en la comunicación constante con el cliente final, el consumidor del producto, si es un espacio web o impreso y así mismo tener en cuenta las variaciones de los colores y los tamaños del logotipo. Consecuentemente, es necesario que toda la tipografía dentro del logotipo sea legible a una escala mínima de al menos 8 puntos- si está diseñando por computador.
Una vez creado el logo y aprobado por el cliente, para su uso correcto debemos recopilar todas las reglas en un manual de uso. En este manual el cliente encontrará las especificaciones del logotipo, como las medidas exactas, las especificaciones de la tipografía usada, o especialmente diseñada, ángulos de curvatura, el pantone, o los colores específicos en CMYK(impreso) o RGB (web) respectivamente, el uso de los colores en un ambiente inverso, y en blanco y negro y los diferentes usos o excepciones, esto con el objetivo de mantener consistencia en el logo y fundamentos para un buen uso de los derechos de la marca.
El diseñador Saul Bass, creador de logos como Kleenex, United y Quaker, describió en una de sus entrevistas que hacer un logo era como “resolver un problema de la manera más creativa posible” y “que su intención, era crear; crear cosas bonitas así no fueran del interés de nadie, crear lo opuesto a lo feo incluso si a nadie le importaba”-. Lo cual para mi describe que más allá de la técnica también hay que tener pasión por lo que uno hace, al tener esto tendrás la paciencia necesaria para trabajar, mejorar y optimizar el logo y el producto a un nivel incomparable de calidad, síntesis y efectividad.
Milton Glaser, ilustrador y diseñador reconocido de libros y discos fue el creador del tan popular logo de Nueva York en Estados Unidos. Inicio con un jeroglífico que nació por trabajo pro bono, sin embargo su dedicación al arte y al oficio hicieron que la perfección en la síntesis de ese logo perduraran hasta el día de hoy, quien también a la vez dijo “los computadores son en el diseño el equivalente al microondas en la cocina”. Lo cual trae a colación que el hecho de tener un software o saber manipular un computador no significa el poder crear un mejor diseño. Pues es la idea detrás del diseño mismo, el elemento más valioso del logotipo.
Es siempre bueno tener un modelo de referencia si quieres avanzar en tu carrera como diseñador o siquiera entender a profundidad como funciona una marca. Esta es una lista de los top 10 diseñadores e ilustradores para tener una idea de todo el proceso al que hemos hecho referencia anteriormente.
- Saul Bass
2. Paul Rand
3. Alan Fletcher
4. Sagi Haviv
5.Walter Landor
6. Herb Lubalin
7. Chermayeff & Geismar:
8. Wally Olins
9. Gerard Huerta
10. Raymond Loewy
En conclusión, para hacer un logotipo desde cero se necesitan saber fundamentos básicos de diseño, tener una perspectiva nueva para alimentar la creatividad, una idea clara y concisa, pasión y paciencia para ver la evolución de un concepto convertirse en un icono representativo y en coherencia del producto o servicio.
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