Mercado Negro entrevistó a Julio Medina, director de la agencia de marketing deportivo INYOGO, para comprender el trasfondo de los acuerdos que han logrado firmar atletas con diversas marcas por sus logros en distintas disciplinas.
Los patrocinios deportivos a atletas influyentes son fundamentales para su desarrollo, así como el de las marcas que confían en ellos como imagen de sus campañas de marketing. Estos acuerdos permiten a los deportistas acceder a indumentaria del más alto nivel competitivo y mejores condiciones de entrenamiento, lo que impacta directamente en su rendimiento profesional.
En paralelo, los deportistas ganan visibilidad y estabilidad económica, con lo que pueden concentrarse plenamente en su carrera. Asimismo, para las marcas, asociarse con atletas influyentes representa una oportunidad valiosa de conectar con audiencias amplias y comprometidas, puesto que pueden convertirse en embajadores auténticos de los valores de una empresa, generando confianza e incluso fidelidad entre los consumidores.
En la historia del deporte, existen contratos de larga duración, pero destacan aquellos que son de por vida. Los convenios vitalicios no son muchos, pero realmente muestran el impacto que tienen los deportistas como representantes de la cultura que representa cada compañía. Después de todo, ¿quién no quisiera vestir la marca de su atleta favorito?
Por eso, Mercado Negro comparte una compilación de seis casos de atletas que lograron firmar contratos de por vida. Los ejemplos seleccionados incluyen diversas marcas y representantes de distintas disciplinas.
Michael Jordan
Michael Jordan firmó con Nike en 1984 y en el 2015 extendió su convenio de forma vitalicia por $1.3 mil millones. Esta ha sido una de las asociaciones más exitosas y duraderas en la historia del deporte e incluso permitió el desarrollo de la marca Jordan.
Julio Medina, director de la agencia de marketing deportivo INYOGO, explica que durante esa época el mercado del básquet estaba dominado por Converse y adidas, pero dicho acuerdo cambió las reglas de juego. “Este contrato marca la creación de las licencias de marcas, porque Jordan consigue que le den un porcentaje de regalías de las ventas. Algo que no pasaba antes”, comenta.

Allen Iverson
El basquetbolista Allen Iverson tiene como auspiciador a Reebok desde 1996 y en 2001 firmó un contrato vitalicio que le garantiza $800 mil anuales. Además, tiene un fondo fiduciario de $32 millones que se desbloqueará cuando cumpla 55 años en 2030, y en 2023, se convirtió en vicepresidente de operaciones de baloncesto de la marca.

David Beckham
El vínculo del exfutbolista inglés David Beckham con adidas inició en 1997 y desde el 2003 tiene un acuerdo vitalicio estimado en $160.8 millones. En este caso, el deportista también es imagen de muchas marcas de moda; sin embargo, ello no se inmiscuye con su convenio principal. “Normalmente, las marcas bloquean subcategorías, por lo que cobran por cada una de ellas. Ya es un tema de marca personal y pasa bastante con atletas de alto nivel”, detalla Medina.

Usain Bolt
En 2002, Usain Bolt empezó a ser auspiciado por Puma y en 2013 firmó un acuerdo de patrocinio vitalicio que le pagaba $10 millones anuales hasta su retiro en 2017. La historia de superación del velocista jamaicano que ganó medallas de oro en los 100 y 200 metros planos en tres Juegos Olímpicos consecutivos (2008 , 2012 y 2016) ha inspirado a muchos consumidores de la marca, por medio de campañas e incluso ha participado en podcasts de la compañía.

Cristiano Ronaldo
Cristiano Ronaldo firmó con Nike en 2003 y alargó su contrato de forma vitalicia en 2016 por $1.000 millones. Este acuerdo le aseguró ingresos que aproximadamente superan los $28 millones anuales. El popular CR7 ha usado chimpunes del modelo Mercurial a lo largo de su carrera y desde el 2011 lanzaron en conjunto una serie de diseños con la firma del jugador.

Lionel Messi
Lionel Messi tiene como auspiciador a adidas desde el 2006 y firmó un contrato vitalicio de $1.000 millones con la marca en 2017. Adicionalmente, “La pulga” ha desarrollado una línea de productos variados con diversas colaboraciones que le permiten mayores ingresos. “En este caso, él tiene licencia de marca, por lo que tiene una propia línea de productos de la marca. Esto quiere decir que recibe regalías por las ventas con el uso de su nombre y logo aparte del pago fijo establecido”, especifica Medina.
