Fehmi Atalar (Turquía) venció a Leo Solórzano (Perú) en la partida definitoria que tuvo cada movimiento iluminado por una flota de 2.800 drones sobre el Dubai Frame.
El pasado 6 de junio no solo fue el Día Mundial de Tetris, sino también el inicio del Mundial de Red Bull Tetris. Ese día, fue la apertura de las clasificatorias globales online, accesibles a jugadores de todo el mundo a través de dispositivos móviles y el sitio web del torneo.
El Mundial de Red Bull Tetris buscó llevar uno de los videojuegos más icónicos de la historia a un formato de esports. La marca de bebidas energéticas estructuró el campeonato bajo una lógica de clasificación abierta, permitiendo que jugadores de distintos países participaran a través de etapas nacionales.
Una vez definidos los clasificados, el mundial avanzó hacia instancias presenciales o híbridas, donde la producción adquirió un rol central. Red Bull apostó por una puesta en escena con realización audiovisual profesional, narración en vivo y gráficos que ayudaban al público a seguir el juego.
Final de ensueño
Luego de meses de partidas, la final del Mundial de Red Bull Tetris fue celebrada el 13 de diciembre en Dubái. Lo disruptivo del espectáculo es que el juego definitorio tuvo como escenario el cielo de la ciudad.
Fehmi Atalar, de Turquía, venció a Leo Solórzano, de Perú, en una partida de cinco minutos. Durante el enfrentamiento, cada movimiento fue iluminado por una flota de 2.800 drones sobre el Dubai Frame.
El desarrollo del campeonato representa un caso de éxito en la reinterpretación de un clásico dentro del ecosistema moderno de los esports. Su organización demostró que, con una estructura clara, una narrativa competitiva sólida y una producción de alto nivel, es posible transformar un juego histórico en un evento global relevante e interesante.










