La inteligencia artificial impulsa las plataformas que ofrecen este tipo de turismo, garantizando una correspondencia eficiente entre la demanda y la oferta, optimizando los precios y mejorando la experiencia, tanto para los proveedores de servicios como para los consumidores.
La Inteligencia Artificial (IA) viene transformando los modelos de negocio en todos los sectores. Su influencia ha llegado incluso al mercado de viajes de lujo, sobre todo, porque la tecnología funciona mejor cuando es invisible, como un servicio que se anticipa a las necesidades sin anunciarse.
En ese sentido, la IA impulsa las plataformas de viajes de lujo al facilitar una correspondencia eficiente entre la demanda y la oferta. Asimismo, optimiza los precios y mejora la experiencia de usuario, tanto para los proveedores de servicios como para los consumidores.
Por ejemplo, Luxury Frontiers se ha asociado con marcas como Aman, Four Seasons, Belmond o Wilderness para innovar en el diseño de sus alojamientos. Todo esto, a través de servicios enfocados en la naturaleza y sostenibilidad, como suites en las copas de los árboles, campamentos de tiendas de campaña y ecoespacios.
Del mismo modo, contribuye a aplicar detalles sutiles y personalizados: una villa abastecida con el vino favorito del huésped, personal del spa informado sobre la presión preferida o una iluminación preconfigurada para adaptarse a los ritmos circadianos. Plataformas como iHotelier Suite recopilan datos de comportamiento y los traducen en una personalización sin esfuerzo.
Adicionalmente, para quienes se adelantan al cambio, las herramientas de nueva generación van más allá de filtrar por «playa» o «ciudad» y mapean itinerarios según estados de ánimo. Esto evidencia cómo puede crear las experiencias diseñadas en torno a sentimientos, no a lugares.