En un entorno regulado, dicha tecnología está contribuyendo a generar ideas creativas, optimizar campañas, segmentar audiencias, entre otras funciones, agilizando tiempos y costos.
La inteligencia artificial (IA) es parte de las estructuras de negocio de distintos sectores. La industria del cannabis no es la excepción y está actuando como aliada para elaborar estrategias de marketing mejor trabajadas.
Durante mucho tiempo, la comunicación de las marcas vinculadas al cannabis estuvo limitada por estrictas regulaciones y restricciones publicitarias. Hoy en día, en un entorno regulado, la IA está contribuyendo a generar ideas creativas, optimizar campañas, segmentar audiencias, entre otras funciones, agilizando tiempos y costos.
Esto beneficia a agencias de marketing, dispensarios de marihuana en países donde su consumo es legal y proveedores de software. La IA está transformando la forma en que las empresas operan, comercializan y, sobre todo, conectan con su audiencia.
Enfoque en el público objetivo
Los productos cannábicos están dirigidos a consumidores mayores de 21 años, por lo que la IA puede aportar generando estrategias creativas pensadas en ellos. De esa manera, logra desarrollar contenido compatible, así como optimizar campañas.
Asimismo, la IA desempeña un papel en la investigación y la segmentación de audiencias. Por ejemplo, herramientas como Alpine IQ y SpringBig ayudan a los profesionales del marketing a identificar el comportamiento de la audiencia.
Recomendaciones personalizadas
Por otro lado, Los minoristas de cannabis vienen adoptando la IA para mejorar las experiencias de los clientes y acelerar las operaciones. En ese sentido, Sweed, un proveedor de software para dispensarios de marihuana, integra esa tecnología en sus sistemas de punto de venta (POS) para recomendar productos, de acuerdo a las preferencias del consumidor y su historial de compras.
Sweed ofrece más de 100 claves de segmentación que las compañías pueden utilizar para determinar características como la edad o el gasto promedio. Los negocios consiguen tener acceso a esa data, sin necesidad de una gran cantidad de personal.
Al analizar la información mencionada, los dispensarios pueden enviar ofertas personalizadas, como descuentos o sugerencias de nuevos productos basados en compras anteriores. Ello genera confianza y lealtad entre los clientes, quienes se sienten respaldados por las marcas.
Siguiendo esa línea, la plataforma Bud-E combina la genética humana con la genética vegetal para recomendar cepas de cannabis adaptadas a las necesidades individuales. Para eso, evalúa cómo el THC y otros cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide de una persona, alcanzando un nivel de personalización a su medida que mejora la experiencia del consumidor.