“Liquid Glass” es el primer rediseño profundo de interfaz en más de una década, por lo que las expectativas eran altas. Sin embargo, su propuesta no convence e incluso ha presentado quejas por causar fatiga visual y por consumir rápidamente la batería.
El lunes 15 de septiembre, Apple estrenó la actualización iOS 26, la cual llegó de forma gratuita a millones de iPhones en todo el mundo. Al respecto, la compañía sostuvo que la introducción del nuevo diseño estético “Liquid Glass” ofrece transparencia y fluidez, junto con la integración de Apple Intelligence para mejorar las funciones y la personalización del dispositivo.
Si bien Apple destaca cómo iOS 26 eleva la experiencia del iPhone con estas novedades, permitiendo a los usuarios enfocarse en conexiones importantes y hacer más con mayor facilidad, los usuarios alrededor del mundo no han tardado en demostrar su descontento por dicha actualización.
Cinco problemas identificados
1. Diseño “Liquid Glass” y legibilidad comprometida
Una de las críticas más frecuentes se refiere al nuevo diseño “Liquid Glass”, con elementos translúcidos, efectos de vidrio esmerilado, transparencias y reflejos. Muchos usuarios indican que hace que los iconos, las notificaciones o los botones sean difíciles de leer, especialmente en ambientes con mucha luz e incluso ha presentado quejas por causar fatiga visual.
2. Batería, calor y rendimiento inestable
Tras la actualización, varias personas han notado que la batería se agota mucho más rápido que antes, incluso perdiendo entre un 20% y un 40% en una sola hora en algunos casos. Asimismo, existen reportes de sobrecalentamiento, aún en tareas ligeras como mensajería o navegación simple.
3. Espacio de almacenamiento y tamaño de actualización problemáticos
Actualizar a iOS 26 implica liberar bastante espacio, en vista que el archivo de actualización ocupa más de 6 gigabytes y que para instalarla cómodamente, se recomienda tener cerca de 10 gigabytes disponibles. Para quienes tienen dispositivos con poca capacidad de almacenamiento, ello representa una barrera significativa, ya que demanda demoras largas en descarga o instalación.
4. Funciones reorganizadas, confusión e incompatibilidades
Algunos cambios en la interfaz han hecho que funciones o controles que antes estaban fácilmente accesibles ahora estén más escondidos dentro de menús o submenús. Del mismo modo, se han registrado aplicaciones que no funcionan bien aún con iOS 26, errores al usar gestos como “volver” (back swipe) o widgets que no se actualizan correctamente.
5. Compatibilidad y abandono de modelos antiguos
Otra fuente de molestias es que con esta versión Apple ha dejado sin soporte a algunos modelos antiguos, como el iPhone XR, XS y XS Max, que ya no recibirán iOS 26. Esto genera frustración entre usuarios que sienten que sus dispositivos, que siguen funcionando bien, están siendo forzados a actualizar hardware para poder seguir con las últimas novedades.