El exdirector de Renault asumirá oficialmente el 15 de septiembre con la misión de reducir costos, recortar deuda y devolver competitividad a Gucci, la marca más importante del grupo de lujo.
El grupo francés de lujo Kering, dueño de marcas tales como Gucci, Yves Saint Laurent, y Balenciaga, atraviesa una de sus etapas más complicadas. Esto se debe a que las ventas de Gucci, su marca más importante, llevan varios años en retroceso y el valor de las acciones del grupo se ha desplomado más de 70% desde 2021.
En este contexto, la compañía anunció la llegada de Luca de Meo, ex CEO de Renault, como nuevo director ejecutivo, cargo que asumirá oficialmente el 15 de septiembre. Su primera promesa es clara: reducir costos, recortar deuda y devolver estabilidad al grupo.
“Seremos rápidos, eficientes y decisivos. Las decisiones no siempre serán fáciles”, señaló De Meo en su primera aparición ante accionistas en París. El directivo adelantó que presentará un plan estratégico en 2026, pero dejó en claro que los ajustes comenzarán de inmediato.
La salida de François-Henri Pinault, quien dejó el cargo de CEO en junio tras 20 años, abrió paso a un cambio de liderazgo clave para el futuro del grupo. Pinault seguirá como presidente, mientras que la familia mantiene el control con el 42% de las acciones y el 59% de los derechos de voto, lo que representa una fortuna estimada en 23 mil millones de dólares, según Bloomberg.
De esa manera, Kering apuesta por la experiencia de De Meo, reconocido por haber logrado la recuperación de Renault, para darle un nuevo rumbo al grupo. El gran reto será devolver a Gucci el protagonismo perdido tras varios cambios de diseñador y años de caída en ventas, y volver a posicionarla como un referente en la industria del lujo.
