Mishelle Wong, docente de la carrera de Dirección de Marketing Estratégico de la Escuela de Educación Superior Cibertec, indica que las personas hoy combinan lo digital con lo presencial, buscan conveniencia, pero también esperan que las marcas le ofrezcan experiencias trascendentes.
De acuerdo con un estudio de Datum Internacional, más del 74% de peruanos asegura que su decisión de compra se basa en la experiencia vivida. Asimismo, un 68% afirma que privilegia marcas que apoyan causas sociales y defienden algo más que los beneficios de sus productos.
Para Mishelle Wong, docente de la carrera de Dirección de Marketing Estratégico de la Escuela de Educación Superior Cibertec, estos resultados son una señal clara de que el mercado está evolucionando. El consumidor peruano ya no compra como antes: hoy combina lo digital con lo presencial, busca conveniencia, pero también espera que las marcas le ofrezcan experiencias que trasciendan al producto.
“El consumidor del futuro no se limita a evaluar la calidad o el precio, también observa cómo una marca lo hace sentir y qué principios respalda. Esta es una tendencia que se mantiene en crecimiento, lo que genera que las empresas que no logren transmitir experiencias memorables o un propósito auténtico están más expuestas a quedarse fuera de la conversación”, advierte Wong.
Tendencias a tomar en cuenta
Bajo el panorama descrito, Wong identifica cinco tendencias que las empresas deben tener en cuenta para conectar con el consumidor del 2026:
- Consumidores más sensibles al valor: el precio seguirá siendo un factor decisivo, pero ya no bastará con ofrecer el menor costo. Lo que se persigue es un equilibrio entre precio y beneficio, priorizando marcas que ofrezcan propuestas accesibles sin comprometer la calidad, la confianza ni la percepción de valor.
- Infidelidad de marca como nueva normalidad: la lealtad tradicional a una sola marca se está diluyendo. Los consumidores están cada vez más dispuestos a probar opciones que ofrezcan mayor conveniencia, abriendo espacio a emprendimientos y marcas capaces de diferenciarse con rapidez.
- Experiencias que pesen más que los productos: el consumidor del 2026 no comprará únicamente un producto, sino la experiencia que lo acompaña. La interacción en tienda física y digital, la atención y la personalización serán determinantes para generar recordación.
- Marcas con propósito auténtico: los compradores prestarán mayor atención a los valores, compromisos y acciones concretas de las empresas. El respaldo a causas sociales y ambientales deja de ser un atributo adicional para convertirse en un criterio real de decisión de compra.
- Digitalización integral del consumo: el uso de herramientas digitales para comprar, pagar y relacionarse con las marcas seguirá expandiéndose. La confianza en canales virtuales exigirá plataformas seguras, simples y con atención al cliente sin fricciones.










