Los deportes de contacto están captando cada vez más la atención del público joven con propuestas que mezclan peleas, música y cultura urbana. Más allá del evento, estos encuentros se convierten en una oportunidad para que las marcas conecten con nuevas audiencias.
Los deportes de contacto están ganando terreno como una de las plataformas emergentes de entretenimiento en Perú. Más que peleas, los nuevos formatos combinan cultura urbana, música y gastronomía para atraer a un público conectado y en búsqueda de experiencias distintas. Para las marcas, esto significa una oportunidad de interacción más allá de la visibilidad, sino un espacio para generar experiencias, contenido y conexión emocional.
La búsqueda de experiencias auténticas
Lo que antes era un espectáculo de nicho ahora se posiciona como plan de fin de semana para un público joven que comparte cada momento en redes sociales. Como explica Mario Elías, organizador del evento de muay thai Top Combat: “Salir a tomar con unos amigos y ver peleas en vivo es un plan diferente. No solamente atrae a practicantes de artes marciales, sino a personas que buscan una experiencia distinta, con música, opciones gastronómicas y un ambiente difícil de replicar”.

Además, Elías asegura que la propuesta busca ser completa: “Las peleas son el gancho inicial, pero no el definitivo. Lo atractivo es que la gente puede comer, tomar algo, volver al ring y vivir una experiencia más allá del combate”.
El atractivo para las marcas
En un entorno saturado de publicidad digital, el ring se convierte en un escenario de branding vivo. Los asistentes no solo miran el combate: interactúan con marcas, prueban productos y generan contenido compartible. Para los organizadores, el aporte de las marcas también impacta directamente en la calidad del espectáculo.
“Hemos logrado que los peleadores lleguen en su mejor condición gracias a apoyos de nutrición, suplementos y recuperación física cubiertos por auspiciadores. Eso genera valor tanto para los atletas como para las marcas que apuestan por ellos”, señala Elías.
Este modelo abre un espacio de marketing experiencial: desde zonas de sampling y dinámicas con códigos QR hasta colaboraciones con creadores locales. Asimismo, los KPIs más relevantes (alcance, participación en activaciones, leads obtenidos y engagement en redes) permiten a las marcas evaluar con precisión el retorno de su inversión en estos eventos.

«Apuntamos a consolidarnos como uno de los principales eventos de artes marciales en el Perú. Sabemos que aún falta camino, pero el trabajo se está haciendo. Más allá de ser una empresa de entretenimiento, buscamos ser también una plataforma de apoyo para los deportistas y un espacio donde las marcas puedan conectar con nuevas audiencias. Ese respaldo es clave para que esta escena se consolide en el tiempo.», afirma Mario Elías.
En los próximos años, todo indica que estas iniciativas pasarán de ser propuestas emergentes a convertirse en parte del calendario de entretenimiento en el país. Con ello, se abre una nueva vitrina para que el marketing deportivo evolucione en Perú, conectando con un público que busca algo más que espectáculo.