Las pymes pondrán a prueba su capacidad de gestión comercial en un contexto en el que, según el “Consumer Holiday Shopping Report 2025” de Accenture, más del 76% de los consumidores se siente abrumado por la cantidad de opciones.
Cada 28 de diciembre tiene a Black Friday como la campaña protagonista, en medio de cuantiosas ofertas en productos de diversas categorías. Por ello, para muchos competidores representa el momento idóneo para realizar con anticipación las compras navideñas.
Sin embargo, también es una época que pone a prueba la capacidad de los negocios para responder rápido y sin errores. Hoy, muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) venden en su tienda física, en su web y en uno o varios marketplaces, por lo que el verdadero reto está en mantener el equilibrio sin que el inventario se vuelva un caos.
Por eso, integrar y centralizar la gestión de stock ya no es una opción; es una necesidad. Sobre todo, para evitar quiebres, duplicidades o confusiones en plena campaña, que puedan perjudicar sus aspiraciones comerciales.
La campaña de Black Friday
Al respecto, el informe “Consumer Holiday Shopping Report 2025” de Accenture revela que más del 76% de los consumidores se siente abrumado por la cantidad de opciones. Asimismo, muestra un cambio importante en el comportamiento de compra: el 66% de los consumidores ha usado inteligencia artificial generativa en los últimos tres meses.
Ello significa que hoy llegan más informados, comparan más y esperan respuestas claras. La cadena que motiva la compra final incluye, por ejemplo, recomendaciones personalizadas.
“Hoy los compradores llegan al Black Friday mejor informados, pero también más exigentes. La experiencia, la transparencia en los precios y la facilidad para encontrar lo que buscan son factores decisivos. Las pymes que simplifiquen la elección del consumidor y aseguren disponibilidad mediante una gestión integrada del inventario estarán mejor posicionadas para capitalizar esta campaña”, comenta Carla Follegatti, Country Manager de Bsale en Perú.
Frente a este panorama, preparar la campaña no solo implica vender más, sino hacerlo con organización y anticipación. Esto quiere decir que para los pequeños negocios, ordenar su inventario antes de que empiece el pico de demanda, revisar qué productos tuvieron mayor salida en años anteriores y estar listos para responder a cambios de último minuto puede marcar una gran diferencia.










