Las icónicas sandalias de doble tira con hebilla son feas para muchos hasta el día de hoy. Sin embargo, Birkenstock tiene décadas en el mercado y aumentaron sus ventas en 340% tras su aparición en la película Barbie.
Tal vez no haya formado parte de todos los armarios, pero los más probable es que las hayamos visto en escaparates o en los pies de alguien. Birkenstock existe desde 1774, pero lanzó sus primeras sandalias en 1963. No obstante, la avalancha de éxito llegó a la marca en los últimos años. La última acción que lo demuestra es su debut en Wall Street. Esta es la historia de un calzado “feo” para muchos.
El origen de Birkenstock
En 1896, el maestro zapatero Konrad Birkenstock comienza la fabricación y venta de plantillas flexibles. Hacia 1963 lanzan sus primeras sandalias. Los registros señalan que sus primeros seguidores se encontraban entre los hippies. Estos jóvenes estaban atraídos por su soporte flexible y su gran capacidad de resistencia.
Si bien estaba asociada a una especie de practicidad geek, pudo meterse en el mundo de la moda. El hito en la industria del vestir sucedió cuando la supermodelo Kate Moss las usó en los 90’s. Luego, tuvo un rebrote de popularidad durante la época de pandemia. En ese contexto, la comodidad era un gran requisito para la moda. Además, Birkenstock hizo colaboraciones con otras marcas y fue vista en los outfits de celebridades.

Pero el último año tuvo un momento cumple para la compañía de calzado. Barbie la película, con cientos de millones de espectadores en todo el mundo, puso las icónicas sandalias de Birkenstock ante los ojos del mundo. Las sandalias no solo aparecieron cuando ‘Barbie Rarita’ le señala dos caminos al personaje de Margot Robbie. Resulta muy simbólico cuando el personaje principal, tras su viaje de liberación, usa las clásicas sandalias de dos correas al final de la película. De acuerdo con el portal Hello Magazine, esta aparición provocó un aumento de ventas por el 340%.
Cotizando en la Bolsa de Valores
Este poderoso impulso es el que motivó la cotización de la empresa alemana en Wall Street. La oferta pública inicial de la compañía fijó el precio de las acciones en 46 dólares cada una. Así se valoraba la empresa en aproximadamente 8.600 millones de dólares, el doble de su valor en 2021. Pero las acciones comenzaron a cotizar a la baja, lo que refleja dudas sobre cuánto espacio queda para crecer.
«Algunos dicen: ‘Birkenstock está teniendo un momento’. Yo siempre respondo: ‘este momento ha durado 250 años y seguirá durando'», señalaba el director ejecutivo Oliver Reichert en la carta en la que anunciaba los planes de la empresa de cotizar en bolsa.
Las acciones de la empresa comenzaron a cotizar a 41 dólares cada una, un 11% menos que el precio de la oferta pública inicial. Algunos clientes dijeron que temían que la cotización pusiera nuevas presiones financieras sobre la empresa, lo que obligaría a hacer concesiones que perjudicarían a la marca a largo plazo.
