La propuesta publicitaria llevó a los usuarios un mundo de fantasía inspirado en la fábrica de chocolates de Willy Wonka para despertar el niño interior de su audiencia.
La Bóveda de las Maravillas de Oreo fue una respuesta creativa a quienes se preguntaban cómo se crean los nuevos sabores de las famosas galletas. Inspirados en gran medida por la fantástica historia de la fábrica de chocolates Willy Wonka, la empresa lanzó una campaña exterior para atraer a los curiosos hasta una pequeña ventana donde cualquiera podría constatar cómo se llevan estos procesos.
Esta propuesta publicitaria no tuvo más intención que promocionar los nuevos sabores Cinnamon Bun y Red Velvet que las oreos comenzaron a comercializar en aquel entonces durante el 2016. Para llevar a cabo este proyecto, contaron con el trabajo de la agencia de relaciones públicas Weber Shandwick junto a la empresa Lontak, la cual les ayudó a imaginar cómo recrear esta idea.

Este trabajo tuvo como resultado un portal en el que los fanáticos de las galletas pudieron visualizar cómo se llevaban a cabo los procesos de fabricación y además recibir un premio por su paciencia, puesto que para participar muchos debieron hacer largas filas hasta quedar frente a la ventana.

La campaña se llevó a cabo en las calles de Nueva York, entre las avenidas 7 y 8 de la ciudad durante las primeras horas de la mañana. Al asomarse por el portal de la fábrica se reveló una serie de cintas transportadoras mecánicas además de una curiosa instalación de cupcakes gigantes.

Esto respaldado por una pantalla de proyección de 10 ‘x 10’ que invitaba a los visitantes a tirar de una gran palanca roja para activar la escena Wonder Vault. Un mundo animado de volcanes de chocolate, cascadas de leche y centros de crema para paracaidismo se enfocó en el fondo mientras galletas reales zumbaban en primer plano.
Al finalizar, una cinta transportadora animada se sincronizó perfectamente con una cinta real y en donde convergen la animación que de pronto se hizo realidad. De esta forma, el público recibió una muestra de Oreo en caja viajó por todo el ciclo de fabricación y se depositó en un pequeño tobogán para cada visitante encantado.