La compañía utilizaba el Proyecto Bernake para darle ventaja a los anuncios de la propia empresa por encima del resto de anunciantes en Google Ads, al tiempo que aumentaba los precios de sus servicios. Entérate del caso aquí.
Siempre hemos escuchado por ahí la frase “La mentira tiene patas cortas” y en esta ocasión fue Google parte de ella. Desde diciembre de 2020 Google viene llevando un proceso legal en Texas por supuestas prácticas monopolistas y entre toda la documentación de dicho caso se filtró un documento con información sobre el proyecto Bernanke…
El misterioso proyecto Bernanke
Con tanta investigación realizada ante la filtración del documento, se pudo conocer que el proyecto Bernanke ha ayudado a que Google genere millones de dólares en ingresos anuales durante años. Además, se dijo que este era un programa en secreto donde se utilizaba datos de ofertas anteriores en su plataforma para entender lo que pagaban otros anunciantes y así modelar sus propios anuncios con una gran ventaja sobre el resto en las pujas más importantes, pagando la menor tarifa posible. Una enorme polémica cuando se es la empresa que hace los anuncios, y al mismo tiempo, la que también los compra.
Con todo esto se aumentaba las posibilidades a sus clientes para que puedan ganar ofertas en sus espacios de publicidad. El programa no fue revelado a los editores de Google, pareciera que solo se manejaba con las grandes cabezas de la compañía, siendo así los únicos en saber de los millonarios ingresos obtenidos, algo que lo explicó el diario The Walt Street Journal.
De acuerdo a la documentación presentada, se habrían generado más de 230 millones en solo un año, el fiscal general que lleva el caso, Ken Paxton afirmó lo siguiente: “Google ha utilizado repetidamente su monopolio para controlar los precios y realizar colusiones en el mercado de pujas publicitarias”
Un caso que tiene para rato
Como Google tiene información importante de los demás compradores que podían pagar sus anuncios, el estado de Texas se pronunció y dijo que con ello podía competir de manera injusta ante los otros rivales. Pagándole menos a los editores por sus pujas ganadoras. Por su parte, la compañía estadounidense reconoció la existencia del proyecto, pero que no se le ha hecho un uso inapropiado.
Un portavoz de Google le aseguró a The Verge que la queja que presenta el fiscal general de Texas, Ken Paxton “tergiversa muchos aspectos de nuestro negocio de tecnología publicitaria. Esperamos presentar nuestro caso ante los tribunales”.
Sin embargo, algo que hace mucho ruido en este caso y hace que el caso se investigue a más profundidad, es el acuerdo en secreto que han tenido Facebook y Google, llamado Jedi Blue. Esta trata de que la red social de Mark Zuckerberg ganaría subastas publicitarias fijas si se comprometía a gastar cerca de 500 millones de dólares. Con la ventaja de que el buscador le ofrecía un mayor tiempo en las pujas de publicidad, mientras que las otras cuentan con alrededor de 160 milisegundos, Facebook tenía cerca de 300 milisegundos.