Tigress Osborn, directora de la Asociación Nacional para Promover la Aceptación de la Gordura en Estados Unidos, escribió en un artículo para Google que “para la mayoría de las marcas parece que las personas gordas solo existimos para realizar ventas de dietas, ropa y artículos de moda de tallas grandes”.
En abril, la firma de moda Roxy dio a hablar con una campaña que lanzó para promocionar su nueva línea de ropa de baño porque mostraba cuerpos diversos y no solo a mujeres delgadas. En medio de acusaciones de ‘gordofobia’ por un lado y lo correctamente política por otro, se ponía de manifiesto el enfoque que existe en marketing y publicidad sobre la diversidad.
Respecto a este tema reflexiona hace unas semanas Tigress Osborn, directora de la Asociación Nacional para Promover la Aceptación de la Gordura en Estados Unidos (National Association to Advance Fat Acceptance, NAAFA), que trabaja por un mundo más inclusivo para las personas gordas mediante la educación y la defensa del colectivo. En un artículo para Google analizó la importancia de la representación de estas personas y aportó algunas claves que pueden seguir los anunciantes a la hora de hacer sus empresas más inclusivas y mostrarlo en su publicidad.
En el texto, Osborn menciona que las empresas han identificado tendencias como el “body positive” y el movimiento de aceptación de todos los cuerpos y aumento de confianza, y por ello han contemplado las ventajas sociales y económicas de posicionarse favorablemente a favor de ellas. Sin embargo, indica, “para la mayoría de las marcas parece que las personas gordas solo existimos para realizar ventas de dietas, ropa y artículos de moda de tallas grandes”.
Es más, en un primer momento la organización dudó de la motivación del acercamiento de Google. Cuestionaba si la tecnológica realmente deseaba aprender sobre los problemas del colectivo y de gordofobia o si solo buscaba una vía para mostrarse amable e inclusiva ante las personas de tallas grandes.
«Lo que le dijimos a Google es que, para representar de forma positiva a las personas gordas en marketing, hay que tener claro que la gordofobia es un problema serio de justicia social», señala Osborn en el artículo. “Un problema que se entrelaza con otros problemas de equidad que las empresas y negocios socialmente responsables aspiran a abordar”.
Así, señala cinco aspectos básicos que los anunciantes deben tener en consideración para ser más inclusivos con las personas gordas.
1. Analizar el lenguaje
Desde NAAFA defienden el uso de la palabra «gordo» en lugar de otros términos y eufemismos, como “curvy”, “robusto” o “de talla grande”. Aunque son conscientes de que “es una palabra que puede incomodar, sobre todo si la usan empresas o tiendas”.
«Lo mejor para tu empresa probablemente dependerá de lo que quiera tu audiencia. ¿Cómo puedes llegar a personas gordas para pedirles su opinión? Piensa en esto, realiza una investigación y, luego, diseña y pon en marcha tu plan», escribe Osborn.
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2. Trabajar la inclusión desde dentro
La directora de la asociación señala que, si una empresa no es inclusiva a nivel interno, no lo será de cara a la audiencia. Así, propone que las compañías contraten a personas gordas, que trabajen con creadores de contenido e influencers que pertenezcan al colectivo, y que se aseguren que sus espacios de trabajo sean accesibles para cuerpos de todas las tallas y con todos los grados de diversidad funcional.
3. Mostrar a las personas gordas
El artículo señala que la representación inclusiva consiste en mostrar todo tipo de cuerpos gordos y no limitar la visibilidad a ciertas clasificaciones. “También consiste en mostrar la gordura de verdad. Disimular cuerpos de tallas grandes, de mujer o de hombre, de maneras en las que no disimularías otros cuerpos es exclusión, no inclusión”.
4. Incluir a personas gorda de todos los tipos
En esta línea, Osborn también destaca la importancia de trascender las formas y los tamaños, y apostar por la representación de identidades. Así, señala que, la visibilidad de personas gordas se centra en mujeres blancas cisgénero, sin discapacidades, jóvenes y con cuerpos apenas un poco más grandes de lo normativo.
«La identidad de las personas gordas también incluye aspectos como la raza, la etnia, el género, la edad o el grado de diversidad funcional, entre otros. Todas las personas gordas necesitan verse representadas», comenta.
5. Alejarse de estereotipos
Desde NAAFA también reflexionan sobre la importancia de ofrecer protagonismo a las personas gordas y, así, distanciarse de la representación tradicional que les ha asignado roles secundarios o paródicos.
“Muestra a personas de tallas grandes en posiciones profesionales y de liderazgo. Muéstranos como personas con voluntad propia, autonomía y autoconfianza. Incluye distintos tipos de situaciones sentimentales, grupos sociales y estructuras familiares”, explica Osborn.