En un comunicado, la firma enfatizó que el cáncer de mama es una experiencia cargada de miedo, angustia, soledad, pérdida y culpa, contrastando con los símbolos de superación y los relatos de positividad forzada que a menudo se asocian a esta causa.
En un acto de autenticidad, la marca Komvida Kombucha ha desafiado las convenciones al despojarse de su característico color rosa, comúnmente asociado con la concientización sobre el cáncer de mama. En su lugar, la firma ha adoptado el negro como su nuevo emblema, marcando así una perspectiva única y disruptiva frente a esta importante causa.
Bajo el lema «Decir que el cáncer no es rosa», la marca ha optado por proporcionar una plataforma para la narrativa honesta sobre la experiencia del cáncer de mama. Esta valiosa iniciativa surge en contraposición a la consigna «El rosa es más que un color» promovida por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, celebrado cada 19 de octubre.
Komvida Kombucha no ha tomado esta decisión a la ligera. Con una plantilla compuesta en un 90% por mujeres y con experiencias cercanas a casos de esta índole, la empresa ha demostrado su compromiso con el bienestar de las personas, priorizando la autenticidad sobre el lucro a expensas de la adversidad ajena.
En un comunicado, la firma enfatizó que el cáncer de mama no puede reducirse a un tono rosa, ni a una visión idílica de lucha y heroísmo. Más bien, lo definen como una experiencia cargada de miedo, angustia, soledad, pérdida y culpa, contrastando con los símbolos de superación y los relatos de positividad forzada que a menudo se asocian a esta causa.
A pesar de los avances en la detección y tratamiento, el cáncer de mama persiste como el diagnóstico más común a nivel global y la principal causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres en España. Un dato abrumador es que el 30% de las pacientes enfrentará recaídas con metástasis, afectando a una de cada ocho mujeres.
En última instancia, Komvida Kombucha se alinea con la petición de las personas afectadas por el cáncer, instando a las marcas a compartir la verdad, aun cuando ello signifique una menor venta. Hoy, mientras el mundo se viste de rosa, ellas se mantienen en el negro, subrayando así que el cáncer, al igual que ellas, no se reduce a una tonalidad.
Esta decisión resalta la importancia de abordar el cáncer de mama desde múltiples perspectivas y subraya la necesidad de comprender la complejidad de esta experiencia. Es un llamado a la empatía, la autenticidad y la compasión hacia quienes enfrentan esta dura realidad.