La marca española de journaling, It’s OK Generation, apostó por una historia real y sin artificios para reivindicar la escritura como un acto de amor que atraviesa generaciones.
En un contexto donde la publicidad navideña suele apoyarse en grandes producciones, It’s OK Generation eligió un camino distinto. Su propuesta para estas fiestas no gira en torno a ofertas ni slogans ruidosos, sino alrededor de una vida, una historia y un gesto humano: escribir para no olvidar.
La protagonista es Pura, una mujer de 95 años que, sin experiencia actoral, se convirtió en el centro de una pieza que conecta desde la sencillez. Su testimonio no busca conmover desde el dramatismo, sino desde la verdad. La marca entendió que, a veces, basta con escuchar para contar una buena historia en Navidad.
Escribir como acto de amor y resistencia frente al olvido en Navidad
La pieza construye su relato desde la memoria personal y la transforma en un mensaje universal. A través de Pura, It’s OK Generation pone en valor la escritura como refugio emocional y como herramienta para preservar lo vivido. Lejos de un enfoque nostálgico superficial, la historia se sostiene en la convicción de que recordar también es una forma de amar.
Durante años, Pura escribió sobre su vida compartida con su esposo: viajes, rutinas, silencios y pequeños rituales. Hoy, esos cuadernos funcionan como un puente que le permite volver a encontrarse con él. «Fue triste perderlo, pero más triste sería olvidarlo», dice en uno de los momentos más honestos del relato, sintetizando el corazón de la propuesta.
El escenario elegido refuerza esa idea de permanencia. La mercería centenaria donde se desarrolla la pieza dialoga con la historia de la protagonista y con la filosofía de la marca con objetos simples que atraviesan el tiempo y adquieren valor por lo que guardan.










