La organización lanza, junto a Manifiesto, su primera campaña de marca, una iniciativa que pone el foco en la vulnerabilidad cotidiana y amplía la mirada sobre lo que significa vivir una crisis.
Todos saben que la Cruz Roja actúa cuando ocurre una tragedia; sin embargo, pocos piensan en la emergencia que no ocupa titulares, pero golpea con la misma fuerza. Con esa premisa, Cruz Roja Española presentó «Catástrofes del día a día», su primera gran campaña de marca, ideada por la agencia creativa Manifiesto, que busca cambiar la forma en que entendemos el impacto social.
La iniciativa redefine el concepto de «catástrofe» para mostrar que las crisis personales, como la soledad, la falta de empleo o la carencia de recursos, también necesitan una respuesta inmediata. Desde su planteamiento, la campaña se distancia de la narrativa heroica para adoptar una mirada más humana.
La Cruz Roja Española y la nueva narrativa para el compromiso social
«Estamos acostumbrados a ver a Cruz Roja en las grandes catástrofes internacionales, pero no nos damos cuenta de que también actúa en las más pequeñas y personales, las que te pueden pasar a ti o a tu vecino», explica Chiqui Palomares, Director Creativo Ejecutivo de Manifiesto. Esa reflexión es el punto de partida de una estrategia que busca conectar de forma emocional con la ciudadanía y revalorizar el trabajo cotidiano de la organización.
La campaña se despliega en múltiples formatos con piezas que utilizan la estética y el tono de los reportes de desastres naturales, pero trasladados a contextos íntimos: una persona mayor sola, un padre desempleado o una familia sin recursos.

“Para alguien sin recursos para vivir, su situación es tan catastrófica como para aquel cuya casa ha sido arrasada por un huracán”, señala María Trénor, Directora de Comunicación de Cruz Roja Española.

Además de las piezas audiovisuales, «Catástrofes del día a día» incluye acciones de street marketing y contenidos especiales que invitan a la participación activa.