Humane Canada y Toronto Humane Society lanzaron una campaña OOH que ironiza con el disco Man’s Best Friend. La iniciativa consiguió que perros en adopción encabezaran listas de éxitos y encontraran nuevos hogares.
El lanzamiento del nuevo disco de Sabrina Carpenter, Man’s Best Friend, no solo generó entusiasmo entre sus seguidores, sino también un inesperado movimiento desde el sector social. Aprovechando la coyuntura, Humane Canada y Toronto Humane Society, en colaboración con la agencia creativa Sid Lee, decidieron darle un giro creativo al título del álbum para visibilizar una causa urgente: la adopción de perros en situación de abandono.
La estrategia, bautizada como «Man’s True Best Friend«, buscó contraponer la narrativa del álbum con una campaña de impacto urbano y digital que colocó a los animales como protagonistas. De esta manera, los perros en adopción no solo aparecieron en vallas publicitarias, sino que incluso encabezaron listas de adopción y consiguieron un nuevo hogar.
«Man’s True Best Friend»: una respuesta creativa y provocadora
La activación se desplegó principalmente en Toronto, donde la organización instaló un enorme anuncio en Dundas Square, justo frente a la imagen oficial de Sabrina Carpenter que promocionaba el disco. Asimismo, se puede obtener más información sobre la historia de cada perro a través del código QR que aparece en las demás vallas publicitarias.
«Esta es una gran oportunidad para conectar con los canadienses, celebrar el vínculo entre humanos y animales e inspirar la adopción, especialmente ahora, cuando los refugios de animales de todo el país están llenos y necesitan ayuda urgentemente», afirma Tara Hellewell, directora de participación nacional de Humane Canada.
“Man’s True Best Friend” es un juego de palabras que apela a una verdad universal: los perros han sido, por décadas, reconocidos como los compañeros más leales del ser humano. Con este recurso, la organización tomó el título del álbum como punto de partida para su storytelling, logrando ironizar con la propuesta de Carpenter y, al mismo tiempo, mantener un tono empático.