Con imágenes creadas con inteligencia artificial, la organización muestra la dura realidad de las personas mayores que deben seguir trabajando con pensiones bajas. La campaña es un llamado urgente a cambiar las leyes y mejorar la vida de los jubilados.
Amnistía Internacional Argentina junto con el equipo creativo de Brother Buenos Aires lanzó una campaña para mostrar la crisis que enfrentan los jubilados actualmente. La organización quiere que se hable más de lo difícil que es para millones de personas mayores vivir con una pensión que no alcanza y tener que seguir trabajando muchos años para poder sobrevivir.

La campaña usa imágenes impactantes creadas con inteligencia artificial. Si bien no son fotos reales, reflejan muy bien la realidad que viven muchas personas mayores.
En las imágenes se muestran diferentes etapas de la vejez, desde los 70, 75 hasta los 80 años, con mensajes claros como “trabajar años extra”, “exigir que nos escuchen” y “hacer que menos te dure más”. Todo esto para resumir la realidad que sufren día a día y que muchas veces no se ve o no se quiere ver.

La visibilización de la problemática
Según Amnistía Internacional, en Argentina, desde enero de 2023, “la jubilación mínima no cubre la canasta básica: más de 3 millones de personas mayores son pobres”. Además, indica que situación no es solo un problema económico, sino que también es una violación a los derechos humanos.
De esa manera, la organización pone en reflexión que los jubilados merecen vivir con dignidad y tener acceso a un sistema que realmente los proteja. La organización exige que los gobiernos hagan reformas urgentes para mejorar las pensiones y garantizar que las personas mayores no tengan que seguir trabajando por necesidad.

Esta campaña busca que la sociedad y las autoridades abran los ojos y actúen rápido. La crisis de la jubilación afecta a millones de personas en Latinoamérica y solo se resolverá si se reconoce como un tema prioritario y hay voluntad política para cambiar las cosas.
Con esta iniciativa, la organización intenta poner a los jubilados en el centro del debate público y recordar que detrás de cada número hay una persona que merece respeto y una vida digna.
