La campaña une humor y conciencia para recordarnos que, cuando se sienten solos o asustados, los animales también pueden vivir su propio “momento de terror”.
Para muchas personas, regresar a casa y encontrarse con muebles arañados, puertas destruidas o juguetes rotos no es solo un “desastre doméstico”: puede sentirse como una escena digna de película de terror. Pero, ¿qué hay detrás de ese caos? En muchos casos, el protagonista invisible es la ansiedad de la mascota.
Estudios de Veterinary World muestran que la ansiedad por separación, en decir el estrés que sienten los perros cuando se quedan solos, afecta entre el 14% y el 20% de los perros en práctica clínica. Y en encuestas más amplias, como LA DE SATELLAI, hasta el 61% de los dueños identifica este tipo de ansiedad como su mayor preocupación.
En consecuencia, los comportamientos típicos incluyen vocalizaciones continuas, destrucción de objetos, intentar escapar o seguir al dueño antes de que salga. Este tipo de estrés no solo genera desorden físico: también evidencia una necesidad emocional no cubierta, transformando al hogar en un escenario de tensión para la mascota y su dueño.
El nuevo reto del bienestar animal
Hoy el cuidado de las mascotas va más allá de alimentación y paseo: incluye entender cómo se sienten. Según un estudio de MetLife, el 88% de los dueños afirmaron haber notado señales de ansiedad o estrés en su mascota al quedarse sola. Esto significa que la vivienda ya no es solo un refugio, sino también el espacio donde la mascota expresa su angustia.
Para los responsables de comunicación, marketing y productos para mascotas, este nuevo mapa emocional representa una oportunidad: cómo convertir un problema real de comportamiento en una conexión profunda entre marca, dueño y animal. En otras palabras, pasar del “¿cómo arreglo esto?” al “¿qué siente?” y actuar en consecuencia.
De esa manera, este contexto explicaría por qué cada vez más marcas del rubro pet se enfocan en juguetes, estímulos, rutinas y productos que ayudan a calmar, entretener o redirigir la energía de las mascotas. Al hacerlo, se genera un doble impacto: mejoras reales en el bienestar animal y un vínculo emocional más fuerte con el dueño.

Caso de campaña: cuando el terror es parte del mensaje
En ese marco, la campaña “Stop Experiencing Horror Scenes”, desarrollada por Be Flamingo en colaboración con Mascotas para esta temporada de Halloween, se inserta con un mensaje claro: jugar con el lenguaje del cine de terror para hablar de una problemática seria.
La idea creativa señala que lo que para el dueño puede parecer “una escena de película de miedo” como muebles destrozados, pelaje esparcido, etc., para la mascota puede ser simplemente una respuesta a la ansiedad o soledad. Según la marca, “cuando se sienten atrapados… ellos también pueden asustarse.”

Por ello, la campaña combina recursos icónicos del terror, como puertas arañadas y televisores en estática, con juguetes anti-estrés, logrando una narrativa de doble lectura: estética de horror y propósito de bienestar. Este enfoque permite a la marca comunicar con humor, aprovechar la temporalidad de Halloween y conectar emocionalmente.
Así, los juguetes anti-estrés se presentan como parte de la solución y la campaña trasciende lo estacional para generar una conversación sobre la salud emocional de las mascotas.











