La televisión intenta sobrevivir a toda costa a una crisis que data desde antes de la pandemia. Entérate de los detalles.
Los medios de comunicación tradicionales no han conseguido adaptarse del todo a las nuevas tecnologías, por lo que encontrar formas de mantenerse operativas se ha convertido en una actividad de vida o muerte. En este contexto, la TV ha encontrado en los anunciantes una suerte de bote salvavidas tras intentar aumentar los costos de publicidad para las empresas y estas se resisten a la estrategia.
Las grandes empresas como Unilever o Procter & Gamble sostienen una larga trayectoria publicitaria en la televisión, estas al igual que otras con la misma data solían tener un trato exclusivo al momento de pagar las cuentas. Por esta relación los anunciantes más antiguos solían pagar menos que aquellos apenas comenzaban a entrar en el mercado, pero desde hace 5 años que los grandes canales han intentado revertir esta tradición de acuerdo con el medio Insider.

De acuerdo con lo que declaró una fuente cercana al medio estadounidense, este incremento supone un 20 y hasta 30 % más que lo que solían pagar hace un año, algo que sin duda no les ha caído en gracia a las empresas. Bajo este contexto, han amenazado con aportar por el némesis de esta crisis, el streaming, con la esperanza de encontrar no solo un mejor trato, sino más conversiones.
A pesar de que las grandes cadenas televisivas han hecho lo propio por adaptarse al ritmo que mueve el mercado las grandes plataformas de streaming como Netflix o Disney+, sus esfuerzos aún siguen estando lejos de alcanzar los niveles de audiencia que antes ostentaban y los anunciantes no pagan solo porque quieren, necesitan alcance y resultados.