La fábrica de ideas

Es sabido que las ideas nacen del cerebro y, sin embargo, para que nazca una, el cerebro necesita “alimentación”, porque resultaría sumamente extraño que un cerebro –cualquiera que este sea- tuviera una idea que no fuese generada por otra u otras, es decir, la “alimentación” que mencionaba.

Con esto quiero decir que nuestro cerebro, esa maravillosa “fábrica de ideas”, necesita “materia prima”, para trabajarla y transformarla, convirtiéndola en algo útil y si no nuevo, por lo menos novedoso.

Es así que se dice que “no hay nuevas ideas”, porque todas provienen de la combinación de otras, de la información que tenemos o de aquella que podemos adquirir y de allí la importancia absoluta de que “alimentemos” constantemente nuestro cerebro, abriéndonos a la información, pues por poco relevante que esta parezca, puede cobrar importancia en un momento determinado y generar, esa idea, que necesitamos.

Todo lo anterior, aunque parezca extenso y reiterativo, trata de demostrar que sin lo que se ha dado en llamar “cultura”, es prácticamente imposible abordar bien cualquier tema y por eso la importancia vital del “saber” –es decir el conocimiento- que todo creativo publicitario tiene que poseer y que no se reduce a la información, sino a la manera como esta se enfoque, sea de manera superficial o más profunda.

Resulta que muchas veces tenemos “datos” sueltos, que no nos dicen nada, porque son pequeñas “piezas” aisladas sin mayor contenido, que haríamos bien en examinar para ver cómo pueden unirse y “construir” algo útil. Este proceso que es vulgarmente llamado “pensamiento”, y que se da automáticamente, tiene que dar como fruto algo –lo reitero- útil, en el caso que nos ocupa del redactor publicitario específicamente, cuyo trabajo es el “producir” ideas que sirvan a los fines que persigue.

No hay creativo publicitario que no “trabaje” con las ideas y, para que estas se produzcan, necesitará “alimentación”, esa “materia prima” que es la cultura, tan venida a menos y ninguneada hoy, en aras de lo “práctico”.